No es el kraken, pero se le parece. El Architeuthis dux es el calamar más grande que se conoce en el mundo. Los temidos animales pueden llegar a medir unos 14 metros de largo. Los calamares gigantes son animales muy elusivos, siempre escondiéndose. Sin embargo, siempre hay trucos nuevos que aprender. Gracias a eso, se consiguió el calamar gigante capturado en video. ¿Cómo lo hicieron?
Tímidos
Estos colosales cefalópodos raramente son vistos en el agua. La mayoría de las observaciones de esos gigantes ocurren cuando los calamares muertos o a punto de morir terminan en las playas. A veces quedan atrapados en redes de arrastre de aguas profundas.
El primer vídeo de un A. dux en su hábitat natural se registró en 2002. Un grupo de científicos finalmente pudo grabar uno de esos animales en las aguas al sur de Japón. Aquel ejemplar se encontraba a 630 metros de profundidad. Unos años más tarde, en 2019, fue posible filmar a otro en el golfo de México.
El secreto para lograr filmar a esos calamares está en sus enormes ojos.
Los calamares gigantes suelen vivir en aguas tan profundas a donde llega muy poca luz solar. Para adaptarse a la oscuridad, el animal desarrolló ojos tan grandes como pelotas de baloncesto. De hecho, son los ojos más grandes del reino animal.
Debido a su tamaño, los ojos de estos cefalópodos son extremadamente sensibles. Perciben las luces utilizadas en los sumergibles y cámaras subacuáticas de los científicos. Así lo revela la nueva investigación. Eso explica por qué los calamares gigantes son tan difíciles de encontrar en sus hábitats naturales.
Pánico escénico
¿Qué pasa cuando una embarcación de investigación llega a las zonas en donde viven? Ellos ya se han ido debido a las luces y las vibraciones provenientes del equipo. En el 2002 y el 2019, los científicos apagaron las luces y los motores de su sumergible. El equipo también iluminó su cámara con una luz roja tenue. Se evitó el uso de las luces blancas brillantes que se usan normalmente en expediciones como estas.
El calamar gigante capturado en video ahora fue tentado con cebos artificiales. Imitaban el movimiento y el brillo de una medusa bioluminiscente. «Esta estrategia combina equipos con poca luz con cebos bioluminiscentes. Es lo más eficaz para engañar al calamar gigante para que salga de su escondite», concluyeron los investigadores.
