El bosque sumergido del lago Kaindy
En las montañas de Alatau Kungey, en el país de Kazajistán, se encuentra un lago único en el mundo. El motivo de su singularidad es el bosque de árboles sumergidos que hay en sus aguas. Situado a una altura de 2000 metros, el lago Kaindy es el resultado de un enorme deslizamiento de tierra, provocado por el terremoto de Kebin de 1911. Así que gracias a este fenómeno catastrófico este singular espacio natural alberga un lago de características mágicas y únicas.
El lago mide sólo 400 metros de longitud, pero en algunos lugares tiene más de treinta metros de profundidad. Se formó como resultado del terrible terremoto que provocó un devastador derrumbe de tierra caliza que bloqueó la salida de agua y formó un dique natural que todavía permanece. Las aguas se elevaron y sumergieron a los pinos (Picea schrenkiana) que crecían en la zona. Los troncos de las piceas llevan sumergidos desde entonces y sobresalen por encima del nivel del agua como agujas.
Sobre el agua todo lo que se puede ver son los enormes troncos. Bajo el agua, sin embargo, es una historia diferente: El agua es tan fría que efectivamente ha preservado las ramas de los árboles por debajo de la línea de agua.
La propia agua a menudo tiene un tono un tanto de kryptonita. Esta coloración extraña es causada por depósitos de cal y otros minerales que se han filtrado en el agua desde la creación del lago poco más de un siglo atrás. Cuanto más cerca se está, más clara parece el agua, prácticamente como el cristal. Incluso, a veces es posible observar las truchas que se introdujeron en el lago en 1930.
El sitio es tan popular para el buceo como para hacer turismo. Cada año, decenas de submarinistas de Kazajstán y Rusia desafían las bajas temperaturas para nadar entre las ramas de los árboles. A pesar de que no es posible llegar en coche (hay que recorrer 15Km sin carretera alguna) es el lugar de buceo sin salida al mar, más popular del mundo.