El Arca de Noé vegetal salvaguarda miles de semillas de especies vegetales
Lo llaman el Arca de Noé vegetal y es el Banco Mundial de Semillas. Se encuentra en el archipiélago noruego de Svalbard, a unos 1300 kilómetros del Polo Norte. También es conocido como la bóveda del fin del mundo. Guarda más de un millón de semillas de diferentes especias provenientes de todo el mundo. Debido al cambio climático y la decadencia en la biodiversidad, surgió la imperiosa necesidad de tener un banco de cultivos en peligro de extinción.
El Arca de Noé Vegetal contiene semillas de todo el mundo
En febrero de 2020 ingresaron al arca más de 60 mil semillas provenientes de 35 bancos genéticos de diferentes partes del mundo. Papas de los Andes, trigo, arroz y manzanos silvestres de Europa. La nación Cherokee también envió semillas de calabazas, alubias y sobre todo, maíz del tipo Águila Blanca, que son semillas sagradas para este pueblo.
También hay reservas de semillas de algunas plantas que envió el príncipe Carlos. Entre ellas se encuentran 27 variedades de plantas silvestres como orquídeas y primaveras que provienen de su residencia campestre de Highgrove. Las variedades de semillas de esta gran remesa llegó desde países como Brasil, Alemania, Estados Unidos, Mongolia, Malí, Gran Bretaña y Marruecos.
Características del Banco Mundial de Semillas
El Banco Mundial de Semillas es la última defensa de seguridad para más de 1700 bancos genéticos de todo el mundo. La intención es salvaguardar plantas que producen alimentos. Puede resultar una solución ante el incremento de la población mundial. Los desarreglos en el clima y los cambios en los ecosistemas ponen en peligro irreparable las especies vegetales que habitan nuestro planeta.
Más de un millón de variedades de semillas se conservan a -18° C en las tres galerías con que cuenta el Arca, cerca de las montañas en Longyearbyen. Estas tres galerías subterráneas están preparadas para almacenar en su interior a 4,5 millones de especies de todo el mundo.
Desde el exterior, la edificación no induce a pensar que se trata de algo tan vital para la alimentación del planeta. Solo se ve los muros grises que emergen de la tierra helada y cubierta de nieve, con un revestimiento de espejos que reflejan la luz. El Arca de Noé vegetal nació en 2008 por iniciativa del gobierno de Noruega. La idea inicial es llegar a los 3 millones de semillas almacenadas para hacer frente a catástrofes naturales, guerras o el cambio climático.
Está especialmente diseñado para soportar cualquier desastre natural. En el año 2016, como consecuencia de muy altas temperaturas, se descongeló una de las capas del suelo polar que siempre permanece congelada. Esto provocó una infiltración de agua en el túnel principal. Para evitar este tipo de problemas, Noruega invirtió 20 millones de euros para mejorar la estructura de la edificación del Arca de Noé vegetal.