El árbol más viejo de la Tierra
Tiene más de 5,400 años de vida. Se le llama: ‘El Gran Abuelo’. Es el árbol más viejo de la Tierra. Por lo menos, que se tenga registro. Se eleva sobre un barranco boscoso en Chile. Se realizó un modelo digital reciente sobre su historia. El árbol más viejo de la Tierra retoñó en la misma época en la que el mítico yacimiento neolítico de Stonehenge empezaba a usarse.
Calculando su edad
El ‘Gran Abuelo’ pertenece a la especie de árboles Fitzroya cupressoides. ¿Cómo calcular exactamente su edad sin contar sus anillos? Con un modelo computacional. A partir de este algoritmo, se piensa que este alerce patagónico ha vivido, al menos, durante 5 milenios. Esta especie se caracteriza por tener árboles enormes. De hecho, es el árbol nativo más alto del sur de América. Ancestralmente, las comunidades originarias de Argentina y Chile lo conocen como lahuán. Después de 5 mil 400 años, está enraizado en el actual Parque Nacional Alerce Costero, creado en Chile hace 12 años como reserva natural.
Con todo lo anterior, el equipo de científicos que calculó su edad reconoce que esta cifra es solo una aproximación. El único método para saber cuántos años tiene realmente es la dendrocronología. Según la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, es la «disciplina científica que estudia los cambios ambientales registrados en los anillos de crecimiento anual de los árboles».
En todos los años que ha pasado sobre el planeta, el ‘Gran Abuelo’ nunca había estado tan deteriorado. Jonathan Barichivich, científico climático el Laboratorio de Ciencias Ambientales y del Clima en París Dice el mal estado del árbol más viejo de la Tierra se debe, en gran medida, al turismo que atrae a la reserva ecológica:
Daños en el árbol
«Sea cual sea su edad, el árbol está en peligro y necesita ser protegido«, denuncia el investigador. Él diseñó el modelo que calcula su edad real. «Está realmente en malas condiciones debido al turismo.»
Las alzas en la temperatura global tampoco aportan al bienestar del ‘Gran Abuelo’. Por el contrario, según los cálculos del modelo de Barichivich, la tasa de crecimiento estable que había tenido durante miles de años se ha visto alterado. El equipo atribuye este cambio, además, al intenso contacto que el árbol tiene con el turismo que atrae a la reserva ecológica.
Visto así, el árbol más viejo del mundo también padece el avance indiscriminado de la actividad humana —y una víctima más de la crisis climática.