El árbol más alto del Amazonas
Se trata de un ejemplar de Angelim rojo
Por el 2019, los investigadores hallaron el árbol más alto del Amazonas. Les tomó años de planificación, cinco expediciones y unas semanas de agotadora caminata por la densa selva. Cuando al fin lograron llegar, estaban al pie de un ejemplar de Angelim rojo o Dinizia Excelsa, según su nombre botánico. Mide 88 metros de altura y casi diez de circunferencia en su base, lo que equivale a un edificio de 25 pisos. Supera en 30 metros al árbol que poseía el récord anterior en el mismo Amazonas. Asimismo, es el más alto de Latinoamérica y ocupa el cuarto puesto en el mundo.
El árbol más alto del Amazonas es un Angelim rojo
El equipo expedicionario estaba formado por científicos de Brasil y Gran Bretaña. Ellos descubrieron, además, que el gigante está rodeado de otros ejemplares de la misma especie que pueden superar los 80 metros de altura.
Para tener una idea de su altura, el Cristo Redentor tiene 38 metros y la estatua de la Libertad de Nueva York tiene 93 metros desde su base. El angelim rojo es un árbol muy apreciado por su madera, aunque es maloliente.
El árbol se halla en el estado brasileño de Amapá, en el noreste de ese país. La región es conocida como el “Escudo Guayanés”, una zona de exuberante flora que hasta ahora está libre de incendios.
Sumaron tecnología y conocimiento para poder encontrarlo
Para hallar el descomunal ejemplar, los investigadores del Instituto de Investigaciones Espaciales de Brasil o INPE, realizaron escaneos de vastas zonas de la Amazonia con tecnología láser.
Crearon cuadrículas de 12 kilómetros de largo por 300 metros de ancho. Así fue como encontraron siete cuadrículas donde los árboles superan los 80 metros de altura. La mayoría de estas áreas están cerca del curso del río Jari, uno de los muchos afluentes del Amazonas.
Científicos de la Universidad de Oxford y de la de Cambridge, que participaron de la investigación, se sorprendieron de la altura de los árboles. Por lo cual, decidieron, llegar hasta ellos para estudiarlos in situ.
Aunque la travesía a través de la implacable selva no fue fácil. Recorrieron 240 kilómetros a lo largo de varios días para llegar a los ejemplares más altos del Amazonas. Una vez al pie de los árboles, para medirlos no usaron tecnología sofisticada. Simplemente, los escalaron y dejaron caer una cuerda desde lo alto hasta el suelo.
Quince ejemplares tienen más de 70 metros de altura. Los investigadores concluyeron que todos los ejemplares que superaban esa altura son de la misma especie.
Sin embargo, hasta este descubrimiento, la información disponible aseguraba que esta especie no superaba los 60 metros.
La explicación, según expertos en botánica, es que los árboles crecieron en una zona alejada de zonas industriales y de la civilización urbana. Es decir, crecieron en una zona libre de contaminantes ambientales.
Un ejemplar de Angelim rojo es capaz de retener tanta cantidad de carbono como una hectárea de selva tropical. Es decir, que puede almacenar 40 toneladas de carbono, el equivalente a lo que absorben más de 300 árboles más pequeños.
Sin embargo, la selva amazónica puede tener sorpresas guardadas. El área escaneada es muy pequeña comparada con la extensión de la región. Por lo que puede haber otros gigantes esperando a que los encontremos, si la tala indiscriminada y los incendios intencionales, no los alcanzan antes.