¿Cómo se forman las perlas?
Las perlas son formaciones duras de nácar producidas naturalmente en la parte blanda de los moluscos, en respuesta a una posible amenaza. Su valor se determina por su iridiscencia (la forma en que refleja la luz), su tono nacarado, su suavidad y su simetría, siendo una de las características más apreciadas su grado de esfericidad. Prácticamente todos los moluscos son capaces de producir perlas, aunque debido a su tono y su forma, la mayoría de estas «perlas» son vistas como una curiosidad y no como joyas de alto valor.
Las perlas naturales se forman cuando un cuerpo extraño o un parásito penetra en el interior de un molusco, causando una irritación. Para defenderse, el molusco rodea el objeto invasor con capas concéntricas de carbonato de calcio y una proteína llamada conchiolina, formando el nácar. Este es un proceso lento y laborioso ya que la perla se forma en un período aproximado de 10 años.
Las perlas redondas son poco usuales pero lo cierto es que algunos moluscos elaboran esferas perfectas, de hecho son consideradas los objetos más perfectamente esféricos que existen en la naturaleza, y su esfericidad depende de la capacidad de rotar alrededor de su propio eje durante el crecimiento.
Cabe mencionar que el mito del grano de arena (el que asegura que uno puede generar perlas artificialmente dándole «de comer» arena a una ostra) es totalmente falso, ya que el nácar y la conchiolina no se adhieren a sustancias inorgánicas.
Se ignora cuál fue el primer pueblo que extrajo las perlas de las ostras, para luego usarlas como decoración. Pero, debido a que las perlas tienen lustre y brillo casi inmediatamente salidas de la ostra que las fabricó, es muy posible que se hayan utilizado como adorno desde épocas prehistóricas.
Lo que sí puede decirse es que las perlas eran una de las gemas mas valiosas conocidas por los pueblos antiguos y su fabricación era una actividad bastante extendida y favorecida.
Actualmente las perlas no tienen tanto valor monetario como en épocas pasadas, principalmente debido a que la mayoría de ellas son cultivadas, lo que las ha devaluado por aumento en la oferta.