Cómo las focas soportan el frío ártico
El truco está en las fosas nasales
Las focas tienen un truco para retener más eficazmente el calor y la humedad al inspirar y espirar. Lo hacen gracias a conductos nasales especiales. Su elaborada estructura hace que las focas árticas pierdan menos calor a través del intercambio de calor nasal que las focas subtropicales. Lo dice la autora del estudio Signe Kjelstrup, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología.
Esto supone una ventaja evolutiva, especialmente en el Ártico. Allí la pérdida de calor es disipación de energía, que debe reponerse con comida. Lo sorprendente es que estas focas árticas retienen el 94% del agua cuando inspiran y espiran. La mayor parte del agua añadida al aire durante la inhalación se recupera luego durante la exhalación.
Eficiencia respiratoria
En ambientes fríos y secos, los animales pierden calor y humedad con sólo respirar. La mayoría de los mamíferos y aves tienen en el interior de sus fosas nasales unos complejos huesos llamados maxiloturbinatos. Ayudan a minimizar este riesgo. Calientan y humidifican el aire inhalado, lo que es importante para la función pulmonar. Y reducen la cantidad de calor y humedad que se pierde durante la exhalación.
Es estudio se publicó en el ‘Biophysical Journal’. Usaron modelos de disipación de energía para comparar la capacidad de las focas para calentar y humedecer el aire. Se demostró que las focas del Ártico son mucho más eficientes que las focas subtropicales a la hora de retener el calor. Esta ventaja se debió a la cavidad nasal más compleja y densa de la foca ártica. Las maxiloturbinadas de la foca ártica son mayores. Esto es clave para limitar la disipación de energía a bajas temperaturas ambientales.
Aire acondicionado
Saber cómo las focas soportan el frío ártico puede tener aplicaciones prácticas. Los investigadores planean utilizar esta información para diseñar intercambiadores de calor y sistemas de ventilación más eficientes. «La naturaleza consigue crear intercambiadores de calor muy buenos. Creo que deberíamos copiarlos en ingeniería para crear procesos más eficientes. Por ejemplo, en los aparatos de aire acondicionado», sugiere Kjelstrup.