Ellas fascinan a los biólogos. Pueden capturar y consumir presas vivas, aun cuando solo son plantas. ¿Cómo evolucionaron las plantas carnívoras? A partir de los mecanismos que las plantas utilizan para defenderse.
Es en gran medida un misterio. La investigación del Instituto Salk de Estudios Biológicos y la Universidad de Washington se publicó en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS). Detalla cómo las moléculas de calcio participan en el proceso. Se mueven dinámicamente dentro de las células de las hojas de las plantas carnívoras. Y esto sucede en respuesta al toque de una presa viva.
Persiguiendo el calcio
Los hallazgos amplían la comprensión sobre cómo las plantas interactúan con su entorno. «En el futuro podremos alterar estas vías moleculares. Desarrollaremos plantas que puedan sobrevivir en condiciones más duras». Lo explica en un comunicado la coautora, la profesora Joanne Chory..
Plantas como la drosera sobreviven en condiciones de escasez de nutrientes. Su ADN no ha sido catalogado del todo. Menos de un puñado de laboratorios en el mundo han sido capaces de modificarlas genéticamente.
Para este estudio, los científicos aplicaron herramientas genéticas. Obtenían imágenes de la evolución del calcio cuando las plantas cazaban. En las plantas no carnívoras, el calcio desempeña muchas funciones vitales. Activa el ácido jasmónico para repeler plagas de insectos no deseadas, por ejemplo.
Las hojas de drosera se doblaban menos cuando se les daba una presa no viva. También cuando se bloqueaban sus canales de calcio. Estos hallazgos demuestran que el calcio ayuda en las respuestas de captura de presas de los insectos.
Estimuladas
«Fue fascinante ver cómo estas plantas responden a la estimulación mecánica asociada a las presas», indican. «El calcio acelera las respuestas del ácido jasmónico. Así las plantas no carnívoras responden defensivamente a la estimulación mecánica de las plagas».
Para entender cómo evolucionaron las plantas carnívoras hace falta examinar más especies. Queda pendiente aprovechar los resultados de estos estudios. Por ejemplo, para mejorar los cultivos en entornos desafiantes.
