El martes 28 de noviembre de 2023 despegó del aeropuerto de Londres el primer vuelo transatlántico con combustible de aviación sostenible. El vuelo tuvo como destino la ciudad de Nueva York. El combustible de aviación sostenible (SAF por sus siglas en inglés) se utilizó para propulsar el Boeing 787 de Virgin Atlantic, que voló en viaje de prueba sin pasajeros pagos. Es el primer vuelo que utiliza 100% este tipo de bioqueroseno para cubrir una ruta transatlántica.
El combustible de aviación sostenible ayuda a reducir la huella de carbono
El avión está equipado con dos reactores Rolls-Royce Trent 1000 y despegó del aeropuerto de Heathrow a las 11.30 horas. Este vuelo demuestra que el combustible sostenible es un sustituto seguro a los derivados fósiles.
El SAF es un combustible que está compuesto por una mezcla de 88% de ésteres y ácidos grasos procesados (HEFA), con un 12% de queroseno aromático sintético (SAK). La HEFA se extrae de grasas residuales, mientras que el SAK se produce a partir de la destilación de azúcares vegetales.
El objetivo de efectuar el vuelo fue concientizar al mundo aeronáutico de la factibilidad que tiene este biocombustible. También para aumentar la producción del SAF como reemplazo a los combustibles fósiles y atraer así inversores.
Por el momento, la producción de este biocombustible aeronáutico es muy cara. La meta es alcanzar los objetivos planteados en NET Zero 2050, un compromiso de la UE para reducir a cero la huella de carbono para ese año.
¿Es un vuelo ecológico o no?
El vuelo recibió el nombre de Flight 100 y quiere demostrar que la descarbonización es posible en el transporte de pasajeros. Sin embargo, los grupos ecologistas tildan este vuelo de greenwashing o ecoblanqueo.
Un grupo denominado Stay Grounded afirma que la empresa utiliza afirmaciones engañosas para demostrar al público que sus actividades son ecológicas. Tanto la empresa propietaria del avión como la que provee el combustible son del mismo propietario. A su vez, Magdalena Heuwieser, líder del grupo ecologista, asegura que el vuelo ecológico de un avión, oculta 100 mil vuelos con combustibles fósiles.
También Greenpeace emitió su opinión sobre este primer vuelo con combustible sostenible. La opinión es que la producción de este nuevo bioqueroseno es muy limitada, pues los residuos que se utilizan como materia prima para producir este combustible, no están disponibles en la escala necesaria para abastecer los vuelos a nivel mundial. Además, el costo de producción es exageradamente alto.
Finlay Asher, ingeniero aeroespacial, quien trabajó para la empresa Rolls-Royce, afirma que el proceso de producción del combustible de aviación sostenible es “un callejón sin salida”. Puesto que por el momento, solo existe la forma de ampliar la producción para abastecer un pequeño porcentaje del uso actual de la aviación comercial.
