Si digo la palabra chocolate ¿qué te imaginas? Uno de los manjares más ricos que existen. Pero a lo que me voy a referir no es comestible. Por todo el mundo se reparten varios fenómenos naturales que atraen nuestra atención. Las Colinas de Chocolate son uno de ellos y representan un gran atractivo turístico para la provincia de Bohol, en Filipinas.
Se las llama así porque están cubiertas de un manto de hierba verde que entre mayo y diciembre se seca y toma un color marrón chocolate. Alrededor de 1265 colinas están ubicadas en 50 kilómetros cuadrados. Son colinas que ocupan el centro de la isla nombrada igual que la provincia, Bohol.
Conociendo mejor a las Colinas de Chocolate
Las colinas son puntiagudas, su altura varía entre 30 y 120 metros y están rodeadas por amplias llanuras. Al recorrerlas se pueden encontrar muchas cuevas y también diversos manantiales. Por su forma y distribución son parecidas a las que se encuentran en otros lugares como Eslovenia, Cuba, Croacia y Puerto Rico. Pero todas ellas son de roca calcárea.
Son muy importantes para la economía de la provincia porque atraen muchos turistas. Tanto es así, que su imagen figura en el centro de la bandera provincial de Bohol. Además, fueron propuestas como Patrimonio de la Humanidad y también son el Tercer Monumento Geológico Nacional de Bohol.
Su origen tiene diferentes opciones
Una versión dice que se trata de una formación geológica que se originó en el fondo del mar. Formada con la acumulación de restos de corales y moluscos. Durante el Plioceno, más o menos 5 millones de años atrás, los movimientos tectónicos fracturaron y elevaron sobre el nivel del mar, la roca calcárea. El agua de lluvia, la erosión y el viento completaron el trabajo y formaron las Colinas de Chocolate.
Las otras posibilidades de formación son diferentes leyendas que cuentan los filipinos. Una habla de un gigante que se llamaba Arogo que lloró mucho tiempo sin parar porque se le murió su amada Aloya. Las colinas son las lágrimas de Arogo.
Otra cuenta que dos gigantes entablaron una furiosa batalla que duró muchos días. Se arrojaban rocas y arena uno al otro. De pronto hicieron las paces y se marcharon de la isla. Dejaron un terrible desorden que formó las colinas. Una tercera leyenda habla de la tierra bíblica de Phir y su oro. Según cuenta la historia dicho oro se enterró debajo de las colinas que se crearon para alejar a los buscadores del dorado metal.
¿Te gustaría visitar las Colinas de Chocolate?
Quien desee visitarlas, tiene que hacer un viaje de casi dos horas en autobús. Está prohibido ascender a las colinas. Los turistas solo las pueden apreciar desde una plataforma que está ubicada en la entrada del parque. Visto el paisaje a la distancia parece una enorme caja llena de conos de chocolate.
Solo se puede ascender a tres de las colinas. En dos de ellas edificaron resorts para el turismo. La tercera ofrece un hostal con piscina y restaurante. También tiene un mirador, desde el cual los turistas pueden disfrutar de paisajes maravillosos. Para subir a estas colinas construyeron 214 escalones. La belleza de las Colinas de Chocolate, sumada al atractivo que ofrecen sus leyendas hacen que turistas de todo el mundo las visiten.
