Muchos (entre los cuales me incluyo) estamos entusiasmados por ver la secuela de «Buscando a Nemo»: «Buscando a Dory». Seguramente, seré uno de esos ‘veintitantoañeros’ que estarán rodeados de niños pequeños en el cine, estando yo más emocionado que ellos, seguramente. Pero los investigadores tropicales no están tan entusiasmados, y es que podría poner en peligro a los peces payaso.
Desde el lanzamiento de la primera película, en manos de Pixar, el número de esta especie de pez ha ido disminuyendo por los saqueos para tener dicho animal en los acuarios. Esta vez, sin embargo, los profesionales están listos y tienen un plan para salvar al pez payaso de ser asesinado.
El mensaje de «Buscando a Nemo» era tan evidente que parece increíble como muchos han hecho lo contrario; parecía tan claro el lema de ‘los peces pertenecen al océano’, que es extraño que muchos llegaran a extraer dichos peces del mar para tenerlos en su propia colección. «El 90% de los peces marinos que se encuentran en las tiendas de animales provienen de la naturaleza, y eso la gente no lo sabe», afirma Carmen da Silva, estudiante de doctorado en la Universidad de Queensland.
La consecuencia fue sólo una pieza más de la devastación de uno de los ecosistemas más amenazados del mundo. En algunas áreas, el pez payaso se ha extinguido a nivel local por culpa de su cotización.
Da Silva y su madre, Karen Burke da Silva, doctora de la Universidad de Flinders, son la esperanza de cambiar la situación: «el pez payaso son extremadamente fáciles de criar y las hembras ponen muchos huevos a la vez, por lo que no hay ninguna razón para recogerlos de la naturaleza. Los peces criados en viveros son mucho más felices y más saludables en las peceras que aquellos que han sido capturados en la naturaleza».
El Fondo para la Conservación de Nemo está animando a la gente que se asegure de que cualquier pescado que compre para poner en acuario haya sido criado en cautividad. Se está ejecutando su propio programa de crías, y la promoción de la sostenibilidad de la cría de peces es una industria de 250 millones de dólares.
