Buenas noticias, la capa de ozono se está recuperando
La capa de ozono, el escudo gaseoso que protege a la Tierra de la dañina radiación ultravioleta procedente del Sol, podría recuperarse a mediados de siglo, si se siguen aplicando las restricciones a los productos que la destruyen.
Esta semana se han hecho públicos los datos de una de las mayores investigaciones realizadas sobre el estado actual de la capa de ozono, donde 300 científicos han evaluado, durante los últimos cuatro años, el nivel de destrucción de la capa de ozono y traen muy buenas noticias: La capa de ozono, ha retornado a niveles de los años 80 y va camino de recuperarse en su mayor parte en los años que quedan hasta 2050.
En los años 80, el trabajo de varios investigadores como Mario Molina, Paul J. Crutzen y F. Sherwood Rowland, desveló que la familia de gases conocidos como Clorofluorocarbonos (CFC) es la principal causa de la destrucción de la capa de ozono. Este descubrimiento conllevó muchas manifestaciones de protesta en contra de las producción de los CFC’s.
El llamado Protocolo de Montreal, es un tratado internacional que entró en vigor en 1989 y que fue diseñado para proteger la capa de ozono al reducir la producción y el consumo de numerosas sustancias que son responsables de su destrucción: Principalmente los gases CFC (clorofluorocarbonos) y los halones, en su día usados en productos como refrigeradores, atomizadores, espumas de aislamiento y equipos de extinción de incendios.
En 1987, las sustancias que destruyen la capa de ozono produjeron unas diez gigatoneladas de emisiones de dióxido de carbono equivalente. En la actualidad, esas emisiones han disminuido más de un 90%.
En la práctica, hubo reducciones generales de la capa, en la década de los ochenta y noventa, se estancó en los años 2000 y, actualmente, hay indicios de que se está recuperando.
Sin embargo, este exitoso programa de recuperación del ozono trajo otras consecuencias medioambientales. Los citados CFC’s fueron sustituidos por hidrofluorocarbonos (HFC) que a pesar de ser respetuosos con la capa de ozono representan un indeseado elemento de calentamiento global puesto que son potentes gases de efecto invernadero.
Si Montreal fue todo un éxito y después de tres décadas se están comprobando los resultados, hay que admitir que Kioto, Río y el resto de Conferencias Internacionales realizadas para tratar el calentamiento global han sido un completo desastre. Realmente existe la necesidad de un impulso mundial y efectivo que comprometa a todas las naciones en el mismo sentido para el cambio climático.