Aún hay abejas silvestres en Europa
Y están en Galicia
Se pensaba que ya no existían abejas melíferas en estado salvaje. Un nuevo estudio constata lo contrario. Aún hay abejas silvestres en Europa. ¿En dónde viven? Pues en Galicia. Benjamin Rutschmann y Patrick Kohl de la universidad de Würzburg (JMU) en Baviera lo describen. Explican dónde encontrar los nidos de abejas. Y cómo ayudar a su conservación.
Colonias en postes
En la revista Biological Conservation aparecen sus conclusiones. El equipo comenzó sus estudios en Galicia en octubre de 2019. La sugerencia fue de su colega español Alejandro Machado. Observó enjambres de abejas al interior de postes de electricidad huecos, prosperando allí. Los investigadores buscaron postes de energía huecos en un área de 136 kilómetros cuadrados.
«Descubrimos 214 postes», dice Rutschmann en un comunicado. Para cada uno, los investigadores verificaron si una colonia de abejas vivía dentro. «En el primer año de nuestra investigación, encontramos 29 colonias». En marzo de 2020, 17 de estas colonias habían sobrevivido al invierno.
Todas las colonias eran miembros de la abeja ibérica, Apis mellifera iberiensis. «Fueron dos años de estudio y un total de 52 colonias de abejas observadas. El 40 por ciento de las colonias sobreviven el invierno», informa Alejandro Machado. Son datos jamás informados sobre las tasas de supervivencia de las colonias de abejas silvestres en Europa.
Entorno determinante
Su supervivencia depende en gran medida de cuán natural sea el entorno. Aumenta en los postes de energía rodeados de matorrales, brezales o bosques. Disminuye en los postes de energía ubicados en campos de cultivo intensivo.
«Es un marcado contraste entre la casi naturaleza y el desierto agrícola. El contexto del paisaje juega un papel tan importante en la supervivencia de las abejas», dice Rutschmann.
El estudio muestra la importancia fundamental de las formas extensivas de uso de la tierra. Urge la restauración de características casi naturales del paisaje para la conservación de insectos. Aún hay abejas silvestres en Europa. Pero, «sin suficientes hábitats de anidación y alimentación, esto no durará mucho tiempo», concluye Kohl.