Un nuevo estudio ha demostrado que un tercio de las áreas protegidas del mundo están siendo degradadas por culpa de las actividades humanas. Un interesante hallazgo de la revista Science, que investigó cómo de «protegidas» estaban realmente estas áreas y encontró que, si bien muchos países crean dichas áreas, pocos cumplen sus propósitos.
«Una red de área protegida bien administrada es esencial para salvar especies», afirma Kendall Jones, quien dirigió la investigación. «Si permitimos que nuestra red de áreas protegidas se degrade, no hay duda de que las pérdidas de biodiversidad se verán exacerbadas».
El trabajo muestra que unos 6 millones de kilómetros cuadrados -más del doble del tamaño de Argentina-, están bajo una «intensa presión humana» por culpa de actividades como la desforestación, la construcción de carreteras, la agricultura, la minería e incluso la construcción de nuevas ciudades.
«Sabemos que las áreas protegidas funcionan, pero cuando están bien financiadas, administradas y ubicadas; son extremadamente eficaces para detener las amenazas que causan la pérdida de biodiversidad y garantizar que las especies regresen del borde de la extinción», afirma el profesor James Watson, autor del documento.
«También hay muchas áreas protegidas que todavían están en buenas condiciones», afirma. «El objetivo es mejorar la gestión de las áreas protegidas que son más valiosas para la conservación de la naturaleza para garantizar su protección».
En lugar de simplemente aumentar la cantidad de tierra protegida, primero tenemos que asegurarnos de que las áreas actualmente bajo protección se manejan de manera efectiva.
