Logran fotografiar a una tribu amazónica sin contacto con la sociedad
En 2008 se publicaron unas fotografías de una tribu de indígenas no contactados en una región remota de la selva tropical del Amazonas, mostrando que, incluso en el mundo moderno, hiper-conectado entre sí, siguen existiendo pequeñas comunidades de personas que viven en el aislamiento más absoluto de lo que llamamos civilización. Ahora, nuevas imágenes de lo que los expertos creen que es la misma tribu se han revelado, proporcionando más detalles sobre su cultura y forma de vida.
El fotógrafo brasileño Ricardo Stuckert capturó las imágenes desde un helicóptero, en un viaje de investigación hacia Acre, situado en el oeste de Brasil, cerca de la frontera con Perú. Originalmente publicado por National Geographic, las imágenes proporcionan una mirada más cercana a la tribu, revelando su intrincada pintura corporal, los peinados y el armamento.
José Carlos Meirelles, quien también participa en la investigación, declaró a National Geographic que, a pesar de que la tribu fue descubierta en una región diferente hace casi 9 años, es probable que sea el mismo grupo de personas, puesto que serían nómadas, moviéndose más o menos cada cuatro años.
Las imágenes muestran una casa con techo de paja -conocida como maloca- así como el armamento que llevan, viéndose en las imágenes uno de los miembros de la tribu tratando de amenazar al helicóptero con un arco y una flecha.
De acuerdo con el fotógrafo, los miembros de la tribu tenían «más curiosidad que miedo», y «era una curiosidad mutua» entre los fotógrafos y los sujetos.
Sin embargo, a pesar de la «buena salud» de la que goza la tribu -José Carlos Meirelles estima que se tratan de unos 300 miembros dispersos entre varios asentamientos cercanos- los antropólogos están preocupados de que los mineros y los madereros ilegales pronto podrían invadir su territorio.
Contactos anteriores entre la civilización y las tribus han tenido consecuencias desastrosas; los brotes de enfermedad a las que estas personas no tienen inmunidad, así como choques violentos, han aniquilado tribus enteras en el pasado, lo que hace temer que la historia podría repetirse de nuevo.
La tribu fotografiada vive en un territorio protegido, donde se aplican fuertes sanciones a los invasores no autorizados. Sin embargo, en la frontera con Perú, la situación no tiene un control tan eficiente, y las actividades ilegales son comunes entre muchos países de origen indígena. Como la distancia entre la tribu y los intrusos no deseados disminuye, el peligro de extinción crece cada vez más.