Los ciervos en Nara
Cuando pensamos en la palabra «Japón», nos viene a la cabeza un sinfín de imágenes, algunas más extravagantes que otras. Pues bien, aunque en artículos anteriores ya se habló de la isla Okunoshima, la isla de los conejos, hoy hablaremos sobre Nara, ciudad en la que en el año 710 fue nombrada como la capital de Japón y conocida actualmente, no solo por sus numerosos templos, sino por la cantidad de ciervos que viven en Nara.
Hay una isla llamada Miyajima, cerca de Hiroshima, en la que también hay; por lo tanto, Nara no es el único lugar en el que viven miles de ciervos en Japón. La pregunta es, ¿por qué hay tal cantidad de ciervos en Nara? Pues bien, Japón es un país muy arraigado a las tradiciones y cuenta la leyenda que en Nara, se construyó en el siglo VIII el templo Kasuga Taisha.
El dios Takenomikazuchi No Mikoto, uno de los cuatro dioses del santuario, fue invitado a verlo. Cuando llegó, montaba a un gran ciervo blanco. Por esta razón, como las vacas en la India, los ciervos se consideraban sagrados. Después de la Segunda Guerra Mundial, se acabaron considerando parte del patrimonio natural, por lo que son un tesoro nacional. Es por eso que hay un cuidado muy estricto con estos animales. Aunque está permitido darles de comer, la comida se debe comprar allí, conocida como Shika senbei, una especie de croquetas para los ciervos.
Independientemente de la rigurosidad que pueda plantear ir a visitar a los ciervos de Nara, estos se encuentran libremente en el bosque y son totalmente inofensivos, por lo que puede ser una experiencia muy grata, siendo uno de los mejores lugares para visitar de Japón.