Una roca hallada en la luna llegó de la Tierra
La luna, desde tiempos inmemoriales, atrajo la atención de todas las culturas de la Tierra. La llegada del hombre a la luna en 1969 inició una era nueva: la era espacial. Como parte de las investigaciones que se hicieron en el satélite en posteriores viajes, se recogieron muestras minerales. Entre ellas, una roca que no tenía nada de particular. Una roca hallada en la luna que guardaba una sorpresa. Resultó que era foránea. Había llegado desde la Tierra.
Hace casi nada, 4 mil millones de años
Ha transcurrido medio siglo. Un estudio comprobó que esa roca guarda en su interior un pequeño trozo de nuestro planeta. Probablemente fue expulsado por la Tierra como consecuencia de un gran impacto. Debió de suceder hace más de 4.000 millones de años. El estudio se acaba de publicar en Earth and Planetary Science Letters.
«Se trata de un hallazgo excepcional -asegura en un comunicado David King. Es científico de la Asociación de Estudios Espaciales Universitarios (USRA) y coautor del estudio-. Ayuda a pintar una imagen mejor de la Tierra primitiva. Y del bombardeo que modificó nuestro planeta en los albores de la vida». Recordemos que se cree que los primeros seres vivientes aparecieron en nuestro planeta entre hace 3.800 y 4.100 millones de años.
Los investigadores analizaron las muestras lunares recogidas por los astronautas del Apolo 14. Exploraron la Luna en febrero de 1971. Y hallaron que una de las rocas contenía un pequeño fragmento de apenas dos gramos de peso hecho de cuarzo, feldespato y circón. Materiales muy raros en la Luna pero extraordinariamente comunes en la Tierra.
Cuando la luna estaba cerca
Los análisis químicos indicaron que ese pequeño fragmento había cristalizado en un ambiente muy rico en óxido, consistente con las rocas que se encuentran en el subsuelo cercano a la Tierra primitiva. Los análisis, además, indican que esa cristalización se produjo entre hace 4.000 y 4.100 millones de años a unos 20 km bajo la superficie terrestre, y que después fue lanzado al espacio como consecuencia de una poderosa colisión.
La roca se fue abriendo paso a través del espacio en dirección a la Luna. En aquellos momentos estaba tres veces más cerca de la Tierra que en la actualidad. La luna aún se sigue alejando de nosotros, a un ritmo de 3,8 cm por año.
¿Por qué están tan seguros los científicos de que esa pequeña piedra viene de la Tierra y no se formó en la propia Luna? Es simple. Teniendo en cuenta los resultados de los análisis y las coincidencias temporales, es la explicación más sencilla y probable. Pensar que la piedra nació en la propia Luna, en efecto, supondría tener que replantearse todo lo que sabemos sobre las condiciones de nuestro satélite hace miles de millones de años.
La luna y la Tierra, aun cuando se alejan cada vez más, siempre estarán unidas entre sí por su historia geológica. Una roca hallada en la luna, proveniente de la Tierra, puede confirmarlo.