Una deformidad en la columna vertebral podria causar alteraciones emocionales
Una tesis doctoral defendida en la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV) ha asociado la escoliosis idiopática o deformidad de la columna vertebral, con niveles bajos de peso y trastornos emocionales en los adolescentes que la padecen, según ha informado el Arzobispado en un comunicado.
El trabajo, defendido por la médica Sandra Cortés Paredes, constata que la escoliosis idiopática «no sólo altera el desarrollo morfológico de la columna vertebral, sino que tiene implicaciones en el desarrollo corporal y emocional de las niñas que la padecen».
En su tesis doctoral, titulada ‘Composición corporal, autoconcepto, autoimagen
y trastornos de la alimentación en adolescentes con escoliosis idiopática’,
la investigadora ha elaborado un estudio antropométrico de 52 niñas con esta patología y ha analizado la repercusión que la deformidad vertebral tiene sobre algunos aspectos psicológicos y emocionales, como el autoconcepto y la autoestima en las esferas social, académico-laboral, emocional, familiar y física.
Asimismo, los valores antropométricos y de composición corporal del grupo de chicas con esta enfermedad han sido comparados con los estándares de una población control del mismo rango de edad pero sin deformidad vertebral. A partir de los resultados obtenidos, Cortés ha destacado que «el 21 por ciento de las niñas con escoliosis se situaban en rangos de bajo peso, mientras que en el grupo control, sólo el 3,3 por ciento de las niñas estudiadas se encontraban dentro de esos parámetros».
En la investigación se ha analizado también la posible existencia de alteraciones psicológicas relacionadas con la autoimagen de estas niñas, «posiblemente inducidas por la existencia de la deformidad vertebral» y se ha valorado si estas alteraciones podrían desencadenar trastornos de la conducta alimentaria en las niñas con escoliosis.En este sentido, la tesis ha detectado un alto porcentaje de insatisfacción o trastornos de la imagen corporal en estas niñas, aunque, «sin embargo, su insatisfacción corporal no parece condicionar alteraciones de la conducta alimentaria».