¿Una cuarta fase de la vida? La respuesta, en una mosca
Todos estamos familiarizados con las fases de la vida: primero la infancia, después la etapa adulta y por último la vejez. Dichas etapas están relacionadas con una creciente probabilidad a morir. Sin embargo, algunos investigadores sugieren que, en lugar de limitar las fases de la vida a tres, podría haber una cuarta.
Mediante el estudio de las moscas del vinagre, los expertos afirman que han descubierto el «espiral de la muerte», que según ellos les permite predecir con un acierto del 80& cuando el animal podría morir, y creen que dicha fase es extrapolable a los seres humanos.
Fue en la década de los 90 cuando se comenzó a hablar de esta última fase de la vida. Los científicos observaron que, si bien las posibilidades de muerte por causas naturales aumentaron considerablemente a medida que las personas envejecían, cuando las personas llegaron a una edad muy avanzada, esta relación se rompía. A los 90 años de edad, por ejemplo, se tiene las mismas posibilidades de morir que una persona de 100 años, según confirman. Este nivelación en la mortalidad era chocante para los investigadores, que no entendían por qué se producía este hecho.
Sin embargo, este misterio llevó al descubrimiento de otro. La investigación en moscas es utilizado frecuentemente por los biólogos como organismos modelo debido a su rápida generación y las extensas interpretaciones de su genética y biología, y descubrieron que, independientemente de la edad de la hembra, en las dos semanas previas a su muerte, su fertilidad se redujo. Pronto esto también se encontró en la fertilidad de los machos.
Esta caída de la fecundidad es lo que los investigadores llamaron «la espiral de la muerte», y otros análisis han respaldado la relación. Ahora, queda la duda de cómo se puede aplicar esto en seres humanos.