Un tampón soluble para la prevención del sida
Gracias a un grupo de ingenieros de la Universidad de Washington dentro de unos años las mujeres podrían utilizar un tampón que se disuelve en el interior de su vagina para protegerse del virus del VIH. El tampón soluble contiene fibras de seda combinadas con microbicida contra el VIH y se disuelve liberando una fuerte dosis de medicamento después de unos minutos de estar en un ambiente húmedo. Así, el tejido vaginal se cubre del fármaco protector en unos seis minutos.
Aunque ya existen medicamentos tópicos contra el VIH, son poco prácticos porque tardan más de 15 minutos en disolverse y suelen requerir cantidades más grandes de gel que incluso terminan escurriéndose. De esta manera, los bioingenieros Cameron Blal y Kim Woodrow pretenden que protegerse sea un acto tan sencillo como utilizar un tampón… aunque de momento solamente existe un prototipo.
Además de la sencillez, otra de las ventajas de este novedoso tampón soluble es que podría ser utilizado para evitar el contagio de otras enfermedades de transmisión sexual, como la herpes, e incluso como método anticonceptivo, combinando espermicidas y microbicidas. Así pues, lo que los ingenieros han patentado es únicamente el material del tampón, que puede ser impregnado de cualquier fármaco efectivo en la prevención de enfermedades ETS.
En un artículo publicado en «Antimicrobial Agents and Chemotherapy» los investigadores cuentan que cada hilo del tejido, conseguido aplicando técnicas de biotecnología, es doscientas veces más pequeño que un cabello humano, lo que proporciona a las fibras del tampón una enorme flexibilidad. Este tamaño, concretamente, se consigue gracias a la técnica del «electrospinning», con la que se crean fibras menores haciéndolas girar en campos eléctricos.
La mala noticia es que, según los ingenieros, se necesitan aún cinco años para realizar ensayos clínicos en mujeres y otros cinco más para poder ver el producto en las farmacias. Por lo tanto, de momento, tendremos que seguir protegiéndonos con el condón de toda la vida.