Aunque a muchos no les gusten los gusanos por parecer asquerosos o repugnantes debes saber que ya desde hace años se los utiliza por su eficacia en la medicina. Se trata de tratamientos
larvarios, algunos tipos de larvas, no todas, nos ayudan a limpiar las heridas de nuestro cuerpo.
La táctica es colocar sobre la herida larvas que no afectan al tejido sano, por supuesto que esas larvas deben estar desinfectadas. Después lo cubrimos con una malla fina de nailon, y una gasa absorbente que lo que hace es retener el tejido necrosado que se disuelve.
Cuando nuestras larvas estén saciadas hay que cambiarlas por otras nuevas, que terminarán de limpiar la herida, y ya la naturaleza misma de nuestro cuerpo con el riego sanguíneo fomentará el crecimiento de carne nueva.
Los estudios han detectado que es un proceso más barato y rápido que otras opciones, y que suele ser más asqueroso para los médicos aplicarlo que para el paciente recibirlo.
Se trata de un tratamiento que se descubrió por accidente y ahora se usa en gran parte de Europa y Estados Unidos, en miles de hospitales, pero lo más interesante de todo esto es que es la propia la naturaleza la que nos ofrece mejores curas.
