Se comprobó que hay células madre en el cerebro
Nuestro cerebro sigue escondiendo secretos. Pero uno muy importante acaba de develarse. Se comprobó que hay células madre en el cerebro. Lo dicen los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Existen, y están en el hipocampo. Por tanto, también existe un proceso de neurogénesis. ¿Qué quiere decir? Que allí se crean neuronas nuevas a lo largo de toda la vida. Resulta que enfermedades como la ELA o el párkinson atacan a estas células madre. Son las que impiden que se generen nuevas neuronas.
Atacado por enfermedades
La directora del estudio es María Llorens-Martín. Fueron necesarios 11 años y el estudio de 48 cerebros adultos, 15 de ellos sanos. Los resultados se publicaron en un artículo científico en la revista especializada Science. Es una profundización importante en el conocimiento del cerebro humano. Ayuda a formular técnicas de regeneración para enfermedades neurodegenerativas.
¿Qué tienen en común el párkinson, el huntington, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la demencia frontotemporal? Todas atacan al hipocampo. Y dañan su capacidad para producir nuevas neuronas.
¿Y si el cerebro de quien las padece pudiera recuperar la capacidad de crear nuevas neuronas? Algunos de los síntomas de estas dolencias se podrían atenuar. Se intuía la existencia de las células madre que generan neuronas nuevas. Pero no se conocía su ubicación exacta. Ese lugar es un nicho celular llamado nicho neurogénico hipocampal. Las alteraciones en la producción de neuronas nuevas dependen del funcionamiento de ese nicho.
Apuntalando el hipocampo
La neurogénesis experimenta cambios a lo largo de la vida. Su proceso disminuye según envejece la persona. En las personas de avanzada edad no funcionan bien las células de microglía. Son las encargadas de regular el número y la maduración de las nuevas neuronas.
Ya que se comprobó que hay células madre en el cerebro, es posible mejorar la prevención. Se podría detectar antes una enfermedad neurodegenerativa atendiendo a esta región cerebral.
Hay estrategias no farmacológicas experimentadas con ratones para combatir las enfermedades relacionadas. Incluyen ejercicio físico y el llamado enriquecimiento ambiental. Se potencia la estimulación cognitiva y la interacción social. Son efectivas antes de la aparición de la enfermedad, concluye la bióloga.