¿Sabías que la CIA hacía experimentos para controlar la mente humana?
En 1953 Allen Dulles, el director de la CIA, inició el Proyecto MK Ultra, un programa de investigación secreto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos, cuyo objetivo final era encontrar métodos para controlar la mente humana. Hay evidencias de que utilizaban choques eléctricos, tortura, drogas y hipnosis para manipular el funcionamiento del cerebro.
La Agencia gastó decenas de millones de dólares en estudios para controlar la mente humana, alterando su percepción sensorial para así extraer información 100% fidedigna en futuras sesiones interrogatorias, especialmente para facilitar y hacer más eficaces los interrogatorios con aquellos individuos que ofrecían mayor resistencia. Pero había aproximadamente 150 proyectos de investigación en el programa, y aún no se conoce el propósito de todos ellos.
Para alcanzar los objetivos del programa, se realizaron numerosas pruebas con LSD, anfetaminas barbibíturicos, choques eléctricos, distintos métodos de tortura (tanto física como psicológica), el aislamiento absoluto y maltrato verbal.
El LSD fue desestimado finalmente por los investigadores de MK-ULTRA como demasiado imprevisible en sus resultados. Aunque a veces se obtuvo información útil a través de los interrogatorios, principalmente la certeza absoluta de que el sujeto bajo el efecto de esta droga, era capaz de soportar cualquier tipo de interrogatorio, incluso la con tortura física.
Encontrar reclutas que aceptaran participar en semejantes experimentos, como es de suponer, era prácticamente imposible. Por ello, desde la máxima confidencialidad de la CIA, se reclutaron indigentes, pacientes con enfermedades mentales, prostitutas y miembros de bajo rango de los servicios militares, entre otros, por supuesto, sin consentimiento previo alguno, en forma secreta y totalmente ilegal.
Hoy se sabe que fueron miles las víctimas de estos crueles experimentos, muchas de ellas fallecieron aunque se desconocen las cifras exactas debido a las condiciones extraordinarias en las que se cometieron estas atrocidades.
En el año 1974, apenas 1 año después de que la operación finalmente culminó (sin conocerse cuáles fueron los verdaderos resultados), un profundo trabajo de investigación por parte del New York Times publicó lo que apenas se pudo saber sobre lo acontecido. Posteriores investigaciones del Congreso Estadounidense y la poderosa Comisión Rockefeller, arrojaron algunas luces más sobre la ilegalidad y crueldad de la Operación MK Ultra de la CIA.