¿Puede el LHC crear un agujero negro que acabe con la Tierra?
Cada cierto tiempo, solemos leer por internet que el acelerador de partículas (LHC) aumentará su potencia y que creará un agujero negro que engullirá la Tierra y acabará con todos nosotros. No, tranquilo/a querido/a lector/a, no estamos aquí para darle validez alguna a estas informaciones. Al revés, trataremos de derribar este mito y explicaros por qué es imposible que el LHC cree un agujero negro lo suficientemente grande como para acabar con nuestro querido planeta.
Primero, haremos una pequeña introducción para conocer cómo se forma un agujero negro; a medida que una estrella gigante va consumiéndose, el hidrógeno que contiene irá convirtiéndose en helio, que debido a las extremas condiciones que podemos observar en una estrella de enorme tamaño (presión, temperatura…) se acabará convirtiendo en elementos más pesados como el carbono o el magnesio, aumentando así su temperatura y expandiéndose cada vez más. Cuando se inicia este proceso, los materiales más pesados irán estableciéndose en el núcleo de la estrella gracias a la acción de la gravedad, mientras que los más ligeros irán formando las capas exteriores mientras, poco a poco, van cayendo en el mismo proceso de transformación en materiales más pesados. Llega un punto en que la fusión de energía de la estrella no puede ir más allá: cuando el níquel produce zinc, ya que esta reacción consume más energía de la que genera.
Cuando llegamos a este punto, la fusión del centro de la estrella se para deteniendo así toda la ‘explosión’ que mantenía hacia fuera del núcleo el resto de materiales, que ahora caerán al centro de la estrella comprimiendo todo el material en un punto minúsculo hasta formar una supernova, y pudiendo producir dos situaciones: una estrella de neutrones, o un agujero negro.
El tamaño de la estrella es el factor que decide cuán grande será el agujero negro que produzca. Por ejemplo, el Sol se convertiría en un agujero negro de un tamaño de 2,95 kilómetros. Pero no nos asustemos, nuestro Sol no tiene la masa suficiente como para convertirse en supernova, y por el momento el agujero negro más pequeño que se ha descubierto tiene un diámetro de 24 kilómetros.
Así pues, se supone que el colisionador de partículas hace chocar átomos a velocidades cercanas a la luz uniendo una cantidad ‘suficiente’ de masa en un mismo punto como para formar un agujero negro. Pero no.
Suponiendo que el choque pudiese crear un agujero negro, cosa que se nos antoja difícil ya que por lo que sabemos hoy en día se necesitaría la potencia del colisionador de partículas multiplicada por mil billones de veces para poder crear uno, si realmente lo crease (ya que aún hay conceptos de la física que se nos pueden escapar) sería de un tamaño tan sumamente diminuto que tardaría 14.000 millones de años en tragar… 1 miligramo.
Además, según dice el archiconocido físico y astrofísico Stephen Hawking, los agujeros negros pierden masa a un ritmo muy lento, pero que cuando más pequeño es un agujero negro más caliente está y emite radiación más rápidamente,con lo que se ‘evaporarían’ en un abrir y cerrar de ojos.
Así pues, no temáis, nunca nos va a tragar un agujero negro producido por el colisionador de partículas.