¿Funciona realmente prepararte mentalmente para mejorar una habilidad?
Durante más de un siglo, los científicos han estado tratando de entender cómo funciona el entrenamiento mental. Hay una anécdota al respecto: Carson Palmer, jugador de NFL en los Arizona Cardinals, se lesionó de su codo. Aunque no podía entrenar, practicaba todos los días: «ponía un pie detrás del otro, balanceaba el peso del cuerpo hacia él y hacia ver que lanzaba balones», dijo el jugador a la ESPN. Al volver de su lesión, el jugador americano hizo uno de sus mejores partidos.
En la década de los 30, los investigadores demostraron que, cuando una persona imagina una acción, el cerebro envía señales a los músculos para que se contraigan, pero las señales son demasiado débiles como para que lo hagan; esto, sin embargo, podría ayudar a entrenar al cuerpo para realizar una acción. Por otra parte, la práctica mental podría crear un plan en tu cabeza, como una especie de manual de instrucciones particular.
Los psicólogos deportivos han realizado cientos de estudios que comparan la práctica imaginada y física para acciones tales como lanzar dardos, malabares y claqué. En general, la investigación muestra que el entrenamiento mental funciona: un estudio de 2012, por ejemplo, comparó a 64 golfistas aficionados, la mitad de ellos dándoles un palo para que practicaran mentalmente. Bajo el mismo régimen de entrenamiento, sólo que un grupo con la diferencia de tener un «entrenamiento mental», éste último grupo tuvo unos putts unos 10 centímetros más cercanos que el grupo que sólo realizó entrenamiento físico.
La visualización de una acción tiene ventajas: puedes practicarlo en cualquier lugar, incluso lesionado; es seguro, y se puede practicar durante periodos más largos de tiempo, ya que no está limitado por la fatiga física. Esto no quiere decir que sea fácil: «hemos tenido a atletas de alto nivel sentados en una sala, en silencio, durante más de dos horas», dice Tadhg MacIntyre, psicólogo deportivo de la Universidad de Limerick en Irlanda. «Mentalmente es agotado, muy pocos podrían soportarlo».
Sin embargo, no funciona para todo el mundo: «si eres un principiante, el impacto puede ser negativo», afirma Tadhg. «Si estás tratando de visualizar un tiro libre, y ni si quiera conoces la preparación adecuada, entonces probablemente ensayarlo mentalmente te perjudique, empeorando tu habilidad».