¿Por qué tenemos pesadillas?
La RAE define la pesadilla como “ensueño angustioso y tenaz”. Es decir, un sueño caracterizado por el miedo y la ansiedad que puede llegar a despertarnos.
Aunque generalmente está más asociado a los niños, las pesadillas pueden acompañarnos a la vida adulta. Según los expertos, las causas que provocan las pesadillas son las siguientes:
- Un estado emocional débil.
- Un recuerdo de un acontecimiento traumático.
- Un factor externo (por ejemplo, el ruido que hace la calefacción o aire acondicionado al apagarse todas las noches) del que las personas no son conscientes pero que detecta su cerebro, produciendo un cambio brusco en su sueño.
- Una personalidad caracterizada por ansiedad, inseguridad o nerviosismo.
Las pesadillas tienen lugar durante períodos del sueño con movimientos oculares rápidos, en la llamada fase MOR. Durante esta fase, el sujeto permanece inmóvil mientras duerme y suele ser más frecuente en la segunda mitad de la noche.
Para evitar las pesadillas se pueden adoptar las siguientes medidas:
- Evitar el consumo del alcohol. Aunque estar bajo sus efectos hace que nos durmamos antes, cuando el cuerpo elimine el alcohol del cuerpo y se pase el efecto sedante puede provocar una alteración en el sueño y una pesadilla.
- Es mejor evitar el consumo de estimulantes antes de dormir como el café o bebidas energéticas así como evitar cenar demasiado.
- Si duermes en una casa con ruido es recomendable ponerse tapones.