¿Por qué producimos cannabinoides?
Especialistas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) están investigando los endocannabinoides, moléculas similares a las presentes en el cannabis que se producen de manera natural en nuestro organismo, principalmente en el sistema nervioso central y periférico. Este grupo de moléculas grasas están involucradas en varios procesos fisiológicos, incluido el apetito, la sensación de dolor, la memoria y el estado de ánimo. Además tiene efectos complejos sobre el sistema cardiovascular y la regulación de una amplia gama de procesos biológicos.
Se ha comprobado que los alimentos ricos en grasas son los que más contribuyen al aumento de peso y la obesidad, y a la vez, son los más difíciles de resistir. Una nueva investigación descubrió que lo que hace a estos alimentos irresistibles es que cada vez que los consumimos nuestro intestino produce cannabinoides que provoca nuestra conducta glotona.
Tal como afirman los investigadores en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), (Actas de la Academia Nacional de Ciencias), el hallazgo podría conducir a una estrategia para reducir el ansia por los alimentos grasos bloqueando la producción de estas sustancias.
Como estos compuestos que actúan tanto en el cerebro como en el resto del organismo, desde hace tiempo están siendo investigadas por su potencial para tratar varias enfermedades y adicciones.
El potencial terapéutico cardiovascular fue lo que interesó a los expertos del Cinvestav y de la Universidad de Rotterdam, quienes desde hace cuatro años investigan las acciones cardiovasculares del sistema endocannabinoide en modelos experimentales en roedores.
Entre los hallazgos más relevantes destacan el efecto vasodilatador inducido por los cannabinoides .
Este descubrimiento tiene relevancia en la fisiopatología de la hipertensión, enfermedad que tiene profundo impacto sobre la población mundial.
«Una vez que se haya comprendido en su totalidad la suma de efectos inducidos por los endocannabinoides, será posible obtener un potencial uso terapéutico para algunas patologías del sistema cardiovascular, como lo son la hipertensión y la migraña, entre otras», subrayó Villalón Herrera, titular de esta investigación.
Aunque se trata de los primeros grupos en el mundo en demostrar esa actividad «in vivo en modelos animales», el estudio debe profundizar en múltiples variables antes de proponer algún uso terapéutico potencial, acorde con la cantidad de procesos en que participan los cannabinoides.
Además de los efectos cardiovasculares, a través del sistema endocannabinoide el cerebro puede llegar a suprimir la transmisión y percepción del dolor, permitiendo al individuo escapar de situaciones que pueden amenazar su vida, parte de la gama de oportunidades que puede detonar la investigación.