Los secretos del mecanismo de Anticitera
Una computadora milenaria
Cuando se descubrió, nadie podía creerlo. Era un objeto de precisión futurista, aunque de edad milenaria. Fue hallado en 1901, en el fondo del mar Egeo. Más de un siglo después, los científicos finalmente lograron desvelar cómo funcionaba. Los secretos del mecanismo de Anticitera salen a la luz.
Primera computadora
La compleja pieza de ingeniería se utilizó por los antiguos griegos. Predecía posiciones y los eclipses del Sol, la Luna y de otros cuerpos celestiales. Es la primera computadora analógica de la historia.
Investigadores de la University College de Londres usaron rayos X tridimensionales para estudiarlo. El autor principal del estudio es Tony Freeth. Creó «el primer modelo que se ajusta a todas las pruebas físicas y coincide con las inscripciones científicas grabadas en el mecanismo».
Durante el estudio, los investigadores británicos montaron un puzzle de 82 fragmentos. El mecanismo de Anticitera parece un reloj. Cuenta con treinta engranajes de bronce que han sobrevivido hasta la actualidad.
Las 82 piezas no representan al mecanismo en su totalidad, pues solo alrededor de un tercio del mecanismo ha sobrevivido. El fragmento más grande es el Fragmento A. Cuenta con varios cojinetes, pilares y un bloque. Otro pedazo, bautizado como Fragmento D, está equipado con un disco, un engranaje de 63 dientes y una placa.
Revelando secretos
Los rayos X en 2005 revelaron varias inscripciones en texto ubicadas en la contraportada del mecanismo. Se lograron ver las calculaciones de los ciclos de Venus y Saturno, de 462 y 442 años, respectivamente. El equipo de Freeth finalmente explicó cómo se derivaron los ciclos de dichos planetas. Asimismo, logró recuperar los ciclos de otros cuerpos celestes.
«Logramos hacer coincidir la evidencia en los Fragmentos A y D con un mecanismo para Venus. Modela exactamente su relación de período planetario de 462 años con el engranaje de 63 dientes jugando un papel crucial», explica el investigador David Higgon.
Adam Wojcik, coautor, indica que «este es un avance teórico clave sobre cómo se construyó el Cosmos en el mecanismo». Tienen previsto realizar más estudios para develar todos los secretos del mecanismo de Anticitera. Pretenden demostrar su viabilidad haciéndolo con técnicas antiguas.
Esta magnífica pieza se custodia en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas, en Grecia.