Los rastros de perfume podrían ayudar a resolver crímenes
Estamos acostumbrados a ver un detective entrando a la escena de un crimen y tratando de analizar huellas, sangre, fibras ópticas… sin embargo, tratar de analizar el olor sería un tanto raro… ¿no? No te creas, en el futuro quizá no lo sea.
Un nuevo estudio ha demostrado que, además de las técnicas anteriormente mencionadas, el perfume puede ser detectado y podría indicar contacto físico cercano incluso horas después de que haya ocurrido el hecho a investigar. Si bien hasta el momento sólo es un concepto y aún no se ha empleado en un escenario real, los investigadores creen que podría ser una herramienta valiosa para establecer si dos personas han estado cerca y cuándo lo han estado.
«Nos pareció que había un gran potencial con el perfume porque una gran cantidad de personas lo utilizan. Sabemos que alrededor del 90% de las mujeres y el 60% de los hombres se perfuman regularmente», afirma Simona Gherhel, de la Universidad de Londres, autora principal del artículo, publicado en Science and Justice, en declaraciones a la BBC.
Este nuevo uso de las fragancias no es tan sorprendente; los perfumes son componentes volátiles, y por su propia naturaleza, son diseñados para ser fácilmente absorbidos por la piel y la ropa a través de la aplicación directa. Por lo tanto, la idea de que se puedan transferir de una persona a otra o ser detectadas en el aire no es tan descabellada.
Para poner a prueba la fiabilidad con que las fragancias se transmiten de una prenda de vestir a otra, los investigadores restregaron, durante diversas cantidades de tiempo, varias prendas perfumadas y pusieron a prueba cuántos componentes químicos de los perfumes fueron transferidos. Estos componentes son, a menudo, únicos a la fragancia, ya que les dan sus aromas y cualidades distintivas. Después de un sólo minuto de contacto, se encontró que 15 de los 44 elementos se transfirieron, y estos subieron a 18 después de 10 minutos.
Mientras que de momento sólo es una prueba conceptual, podría ser útil en casos de asalto sexual, pero sólo si estuviera en conjunto con otras pruebas.