Los peces que saben sumar y restar
Del 1 al 5
El pez cebra mbuna (un pez cíclido africano) y las rayas comparten una característica. Ninguna de estas especies ha ido a la escuela. Pero ambas tienen habilidades matemáticas comparables a las de un niño pequeño. Son los peces que saben sumar y restar, al menos uno de los números del uno al cinco. El impresionante estudio apareció en ‘Scientific Reports’.
Pasando pruebas
Estas capacidades están a la par con las de otras especies de vertebrados e invertebrados. Vera Schluessel trabaja en la Universidad de Bonn (Alemania). Probó entrenar a ocho cebras mbuna (Pseudotropheus zebra) y ocho rayas de agua dulce (Potamotrygon motoro). Esperaba que reconocieran el color azul como símbolo de suma por un factor de uno. Y el color amarillo como símbolo de resta por un factor de uno.
A los peces se les mostraron tarjetas con formas azules o amarillas. Luego se les presentaron dos puertas que contenían tarjetas con diferentes cantidades de formas. Solo una era la respuesta correcta. Por ejemplo: a un pez se le muestra una tarjeta con tres formas azules, para que sumen uno a tres. Deberían nadarán a través de una puerta que contiene la tarjeta con cuatro formas. Si los peces nadaban a través de la puerta correcta, eran recompensados.
Resultados sorprendentes
Seis de las cebras mbuna y tres de las rayas aprendieron a asociar el azul con la suma y el amarillo con la resta. La cebra mbuna aprendió esto después de 28 sesiones. Las rayas, un poco más lentas, después de 68 sesiones. La suma se aprendió más fácilmente que la resta. El desempeño de los peces individuales varió más entre las cebras mbuna que entre las rayas.
Los cebra mbuna acertaron en 296 sumas de 381 pruebas (78%). Las rayas lo hicieron en 169 de 180 (94%) pruebas. En la sustracción, las cebras acertaron 264 de 381 pruebas (69 %). Y las rayas en 161 de 180 (89 %). Los peces que saben sumar y restar son sorprendentes.
Las habilidades numéricas pueden no ser muy importantes ellos. Pero podrían reconocer peces individuales por su apariencia. Por ejemplo, contando rayas o manchas en su cuerpo. Las habilidades cognitivas y la sensibilidad de los peces deben revisarse. Tal vez hay más matemáticos por ahí escondidos.