Los fármacos recetados y su poder adictivo
Gran parte de los fármacos recetados tienen a largo plazo poder adictivo. Así lo descubrió la Anna Lembke, una psiquiatra de Estados Unidos. La doctora comenzó a recibir cada vez más pacientes, tanto en clínicas como en hospitales, que padecían de una dependencia crónica a los fármacos que les recetaron en algún momento de sus vidas. Es decir, que el fármaco terminaba causando más daño que la enfermedad.
Muchos médicos desconocen que medicamentos son adictivos
Lo que Lembke descubrió, es solo una pequeña porción del “iceberg”, puesto que el problema es mucho mayor. Estados Unidos tiene actualmente una epidemia con fármacos recetados que afectan directamente a la juventud.
Tanto es así, que en 2022 las sobredosis por drogas alcanzaron los 100 mil casos. El principal responsable es el fentanilo, que lo adquieren en forma ilegal. El mayor problema radica en que es 50 veces más potente que la heroína.
La doctora escribió dos libros con base en sus investigaciones, entrevistas con colegas de la salud e informes recogidos de pacientes y familiares. Uno de ellos fue traducido al español, y su título es “Generación Dopamina”. Asimismo, Lembke dirige la Clínica de Medicina de la Adicción de Patología Dual de Stanford.
Los fármacos recetados son más adictivos que los de venta libre
Según sus dichos, el sistema sanitario actual debería ser revisado por completo. Cada vez hay más disponibilidad de medicamentos y no hay un seguimiento sobre sus usos. Además, hay poca comprensión de lo que significa una adicción y se educa sobre los problemas que conlleva.
También advierte que hay partes ocultas de las que no se habla y se refiere a que las prescripciones están motivadas por la industria y no por la ciencia. Los médicos, en ocasiones, reciben incentivos si recetan con frecuencia tal o cual medicamento.
En Estados Unidos, el acceso a los fármacos no controlados es de venta libre, es decir, de fácil acceso. Aunque son los medicamentos controlados, son los que representan un peligro mayor, puesto que provocan las adicciones.
El problema se suscita, dice Lembke, cuando un medicamento no controlado se transforma en adictivo y lo reclasifican. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el Tramadol, que lo aprobaron en 1995 como de venta libre y lo reclasificaron en 2014 como controlado.
En solo unos pocos años, desde el 2009 al 2015, la prescripción de fármacos opioides aumentó un 465%, y la industria de esos fármacos lo hizo en la misma medida. Son medicamentos con potentes poderes analgésicos, pero que en el largo plazo generan adicción.
El mayor aumento de prescripciones incluye la codeína, el fentanilo y la oxicodona. Sin embargo, la doctora opina que no se debe estigmatizar la receta de estos medicamentos controlados. Si pone mayor énfasis en el funcionamiento del sistema, donde un medicamento recetado para una dolencia en especial, termina convirtiéndose en un problema mayor.