Hace 42 mil años hubo un período de cambios globales. Una investigación apunta a explicar las razones de esa transformación. Al parecer, fueron los efectos de una inversión de polos magnéticos en el planeta. Un grupo de científicos llegó a esta conclusión tras realizar un estudio. Analizaron los anillos de los árboles antiguos de Nueva Zelanda.
El evento Adams
Bautizaron el período como evento geomagnético transitorio Adams, en honor al escritor de ciencia ficción Douglas Adams. Fue quien declaró que el número 42 era la respuesta definitiva a todo en el Universo. Lo hizo en su legendaria serie de libros Guía del autoestopista galáctico.
«Por primera vez, datamos con precisión el momento y los impactos ambientales del último cambio de polos magnéticos». Lo dice el científico Chris Turney de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia). El estudio fue publicado en la revista Science.
Este cambio de polos se conoce como evento Laschamp. Consiste en que los polos brevemente intercambiaron sus lugares antes de volver a sus posiciones originales. Tuvo lugar hace unos 41.000 años y duró unos 800 años. Los árboles kauri de Nueva Zelanda permitieron estudiar el tiempo previo al evento Laschamp. Descubrieron que el evento Adams tuvo lugar hace unos 42.200 años. Fue cuando el campo magnético estaba en su punto más débil antes del evento Laschamp.
Drástica reducción
Los árboles registran la actividad atmosférica en sus anillos de crecimiento anuales. Un pico de radiocarbono en los anillos de los árboles indica que la Tierra tuvo una mayor exposición durante ese año. Cuando el campo magnético de la Tierra se debilita, más rayos cósmicos penetran en la atmósfera. Entonces, producen más radiocarbono. Se determinó que el campo magnético de la Tierra se había debilitado hasta un 28% de su fuerza normal durante ese periodo de 800 años.
No obstante, en el evento Adams, la situación llegó a ser mucho más dramática. «El campo magnético de la Tierra descendió a solo un 0%—6% de fuerza durante el evento Adams. Esencialmente no teníamos ningún campo magnético. Nuestro escudo de radiación cósmica había desaparecido por completo», explicó Turney.
Este debilitamiento habría causado unas alteraciones en el ozono atmosférico de la Tierra. Las consecuencias dramáticas incluyeron tormentas eléctricas y cambios climáticos en todo el mundo. También ocurrió la misteriosa extinción de la megafauna en Australia. Los efectos de una inversión de polos magnéticos actualmente serían realmente devastadores. Y al parecer, estamos muy cerca de que ocurra.
