La construcción de las pirámides siempre se ha relacionado con el trabajo de esclavos, y, por sorprendente que parezca ya que ese rumor está bastante extendido, por lo que se ha podido comprobar a la hora de analizar las tumbas y los esqueletos momificados de dichos trabajadores, se trataba de trabajadores libres y remunerados por su jornada laboral, que incluso organizaban huelgas si el pago de su salario no se producía; trataremos el tema más adelante en un futuro artículo para explicarlo más profundamente.
Estos trabajadores egipcios eran supervisados por un escriba, que hacía las funciones de controlador de los mismos, ay que se encargaba de anotar sus ausencias laborales y los motivos que estos esgrimían para justificarlas. Si dicha ausencia era justificada no había ningún tipo de castigo para el trabajador, pero si por el contrario se escaqueaba sin tener ningún tipo de motivo, el castigo podía llegar a ser físico.
Según un papiro encontrado y que pertenecía al período de Ramses II, entre las ausencias justificadas de los trabajadores se encontraban tales como las originadas por el fallecimiento de un familiar cercano (y tenía que encargarse de cuidarlo o embalsamarlo), la fabricación de cerveza para alguna celebración, como la crecida del Nilo por ejemplo, e incluso la embriaguez por la misma fiesta. También, se pueden ver faltas al trabajo por picaduras de arañas o escorpiones, así como por heridas producidas tras una discusión conyugal.
