La vida siempre se abre camino y las mutaciones ayudan a lograrlo
La vida siempre se abre camino, es una frase que se ha dicho muchas veces y que ciertamente es verdad. Chernóbil es un buen ejemplo de esto porque es una ciudad abandonada donde la naturaleza siguió adelante. Cubrió muros y calles de vegetación, a pesar del clima hostil y de la radiación liberada en el ambiente. La naturaleza sobrevive y se abre camino gracias a las mutaciones.
Las mutaciones están siempre presentes en la naturaleza
La capacidad que tienen los distintos organismos para adaptarse y sobrevivir se relaciona con un mecanismo llamado mutación. Algunas de las mutaciones confieren a los organismos la capacidad de adaptarse a ambientes hostiles, donde se creería que nada puede sobrevivir.
Claro que en la evolución de la vida no todas las mutaciones son beneficiosas, algunas son intrascendentes y otras muy perjudiciales. Las que brindan beneficios son las menos, pero hacen que un organismo pueda adaptarse de mejor forma a los cambios ambientales.
Las mutaciones están presentes en toda la naturaleza y un buen ejemplo es el ser humano y cómo evolucionó desde el primer Neardenthal hasta la actualidad. Para tener un mejor conocimiento de las mutaciones y la evolución, un experimento pionero está en marcha desde hace décadas.
Un experimento analiza el desarrollo de las mutaciones
Se trata del experimento LTEE (Long Term Experimental Evolution), llevado a cabo por Richard Lenski. Él es un profesor de ecología microbiana de la Universidad del Estado de Michigan. Encaró este experimento para conocer el impacto de las mutaciones genómicas en las bacterias Escherichia Coli. Se trata de una bacteria que se encuentra dentro del tracto gastrointestinal de los humanos y ayudan en el proceso de la digestión.
El experimento se inició en 1988, por lo que lleva ya más de 30 años de investigación. Los científicos estudian el desarrollo de las mutaciones entre diferentes generaciones de bacterias. Además analizan que beneficios evolutivos obtienen.
Las bacterias tienen una evolución de entre seis y siete generaciones nuevas cada día. Por esta razón son excelentes para el análisis de las alteraciones genéticas que en ellas se producen. Estas mismas alteraciones son las que les permiten adaptarse al medio en que viven.
Las 12 colonias incluidas en el experimento, llevan más de 74000 generaciones. Las mutaciones observadas son muy pocas, pues solo una de cada mil sufre una mutación, de entre millones que se estudian.
El experimento encarado hace tantos años por Lenski con las bacterias Coli equivale a un millón y medio de años de evolución humana. Si bien la investigación sigue adelante, demostró que la evolución, como la vida, jamás se detiene, sigue adelante a pesar de todo.