Las heridas que se hacen durante el día se curan más rápido que por la noche
Investigadores del Reino Unido han descubierto que las heridas que ocurren durante el día sanan hasta 11 días más rápido que las que se han producido por la noche, pudiendo ayudar al desarrollo de fármacos que ayuden a acelerar la recuperación de los pacientes.
Resulta que el ritmo circadiano -el reloj corporal que tenemos todos y cada uno de nosotros- tiene un profundo impacto sobre cómo reaccionan las células de la piel, que son las primeras en responder al daño. El estudio, publicado en Science Translational Medicine, muestra cómo estas células, llamadas fibroblastos, cambian su actividad durante las 24 horas del día.
«Esta es la primera vez que se ha demostrado que el reloj circadiano dentro de las células cutáneas determina qué tan efectivamente responden a las lesiones», afirma el doctor John O’Neill, del Laboratorio de Biología Molecular del MRC.
El equipo probó su teoría en ratones, demostrando que las heridas que ocurren durante la fase «activa» del ritmo circadiano (que para los ratones es confusa durante la noche) fueron mucho más rápida en la curación. Luego recurrieron a los registros de pacientes con quemaduras que habían pasado por urgencias y miraron a ver si había alguna conexión entre cuándo se lesionaron y cuánto tiempo les llevó el curarse.
Sorprendentemente, aquellos que se quemaron por la noche tardaron un promedio de 60% más en sanar que aquellos que se lesionaron durante el día. Las lesiones nocturnas tardaron alrededor de unos 28 días para curarse, en comparación con solo los 17 que se produjeron durante el día.
Analizando las razones detrás de esta diferencia, los investigadores encontraron que las células de la piel se mueven hacia la lesión más rápido durante el día que por la noche, un comportamiento impulsado por el aumento de la actividad de una proteína llamada actina, conocida por su papel en el movimiento y la reparación de las células.
Este descubrimiento podría tener algunas aplicaciones bastante increíbles en medicina al reducir drásticamente los tiempos de recuperación. «Es posible que el tiempo de cicatrización se mejore reiniciando los relojes de las células antes de la cirugía, quizá aplicando medicamentos que puedan restablecer el reloj biológico al momento de la mejor curación en el sitio de la operación», explica el doctor O’Neill.