Hoy en día, la astrología no es algo que se tenga en cuenta para nada relacionado con el comportamiento o la actitud de una persona, y mucho menos con la salud. Pero antiguamente, si estudiaban las estaciones del año en las que nacemos, a través de las que podían averiguar datos sobre la salud.
Actualmente la astrología se relaciona sólo con los horóscopos y su inclusión en revistas de prensa rosa, pero no es sólo eso, sino que hace varios años la astrología fue puramente académica y científica. La iastromatemática era la astrología médica, utilizada por los médicos como herramienta ya que la estación en la que nacimos tiene una fuerte influencia en nuestro presente y nuestro futuro.
Nacer en primavera, verano, otoño o invierno determina la probabilidad de sufrir enfermedades como la esquizofrenia, alergias, alcoholismo, diabetes, bipolaridad o esclerosis. Aunque los científicos, hoy en día, son reacios a admitir que exista una conexión entre la salud y la astrología, porque aunque saben que la hay, no conocen el por qué. Todo está regulado por nuestro reloj biológico, nuestras funciones vitales como dormir y despertar.
Esta tabla muestra cómo sufrimos más o menos probabilidad según el mes en el que hemos nacido:
