La realidad de las ‘cobayas’ humanas
Muchas personas, y más con la crisis económica que se impone en medio mundo, se ganan la vida probando fármacos experimentales. Los ensayos clínicos en seres humanos son una pieza muy importante del desarrollo de medicamentos, puesto que a las compañías farmacéuticas les permite saber si los compuestos tienen efectos secundarios.
En EEUU la The Food and Drug administration (FDA) obliga a las farmacéuticas a que sus medicamentos se prueben en seres humanos antes de salir al mercado. Lo curioso, es que lo que hacen las compañías farmacéuticas es contratan a indigentes, drogadictos y alcohólicos, que a cambio de 85$ diarios, comida y un lugar donde vivir mientras dura el ensayo clínico, se ofrecen como cobayas. Por el contrario, si utilizan a personas sanas les cuesta 250$ diarios.
Además, antes de ponerse en manos de los científicos, las personas deben firmar un contrato eximiendo de la responsabilidad a las compañías en caso de que mueran durante el ensayo.
“La gente recibe dinero para analizar la seguridad de un medicamento, no para ver si el fármaco funciona, sino para saber que puede consumirse sin riesgos”, explica el antropólogo Roberto Abadie quien lleva estudiando durante años la tendencia de las personas a prestarse como cobayas.