La primera víctima de un tiburón
Hace más de 3000 años
Es un hito, aunque el hombre que lo protagonizó no pudo celebrarlo. Se trata de la primera víctima de un tiburón. Sus restos los halló un grupo de científicos británicos. Sucedió en el mar interior de Seto, en el archipiélago japonés. Su esqueleto presenta casi 800 heridas.
Misterioso asesinato
Los restos fueron excavados por primera vez a principios del siglo XX. Fue en el sitio arqueológico de Tsukumo. No se halló explicación a las lesiones que presentaba el hombre, calificado como Tsukumo No.24.
Más tarde, los huesos fueron redescubiertos. Lo hicieron los arqueólogos británicos J. Alyssa White y Rick Schulting de la Universidad de Oxford. Investigaban la violencia en el Japón prehistórico.
«Estábamos desconcertados. Eran al menos 790 heridas profundas. Estuvo en un cementerio comunitario, el cementerio de Tsukumo», explicaron los científicos. Las lesiones se limitaron principalmente a los brazos, las piernas y la parte frontal.
Descartaron conflictos humanos. Las marcas dentadas no coincidían con las armas disponibles en aquel período. Las lesiones en los huesos del hombre eran de bordes afilados y curvos. Al individuo le faltaban la mano izquierda y la pierna derecha. Su pierna izquierda estaba sobre su cuerpo en una posición invertida al enterrarlo.
Los encuentros con tiburones rara vez son registrados por los arqueólogos. Las heridas tampoco parecían provocadas por un animal depredador o carroñero. Por fin, recurrieron al biólogo marino George Burgess.
«Teniendo en cuenta las lesiones, evidentemente fue víctima de un ataque de un tiburón», concluyeron White y Schulting.
Pescador cazado
El hombre probablemente estaba pescando cuando se encontró con su asesino. Es probable que su muerte fuera causada por un tiburón tigre o un tiburón blanco. Según el análisis, el hombre era joven o de mediana edad. Y vivió entre los años 1370 y 1010 a.C.
Habría muerto con rapidez, suponen los científicos. Sus arterias principales fueron cortadas, lo que sugiere que habría perdido el conocimiento en unos pocos minutos. La investigación ofrece una visión poco común acerca de los riesgos del estilo de vida de un cazador o un recolector.
«Los humanos tienen una larga historia compartida con los tiburones. En este caso, fueron los humanos quienes estaban en el menú», concluyeron. La historia de la primera víctima de un tiburón se publicó en el Journal of Archaeological Science Reports.