La nebulosa que desapareció en el espacio
Captada por el telescopio Hubble
¿Cuánto vive una estrella? ¿Cuánto tarda en morir? Los ciclos estelares son a veces eternos para nuestra concepción humana. Tardan millones de años en nacer. Su etapa adulta se extiende durante miles de millones de años. Algunas tardan decenas de miles de años en difuminarse. Entonces, ¿qué pasó con la nebulosa que desapareció en veinte años frente al Hubble?
Joven y fugaz
Es algo inédito: la nebulosa de la Mantarraya se desvaneció en apenas dos décadas. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) lo confirma.
La nebulosa de la Mantarraya, fue presentada como la nebulosa planetaria más joven conocida en 1998. Se calculó que el núcleo de la estrella central apenas tenía veinte años. Los datos mostraban que la estrella central se calentó más rápido de lo esperado teniendo en cuenta su baja masa. Y su tamaño es equivalente a una décima parte de las dimensiones habituales de las nebulosas planetarias. Un nuevo trabajo muestra que se ha desvanecido a lo largo de las últimas dos décadas.
«Son cambios dramáticos y extraños», apunta Martín A. Guerrero. Es investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía. «Estamos presenciando la evolución de una nebulosa en tiempo real, y vemos variaciones en pocos años», añade.
La comparación de las imágenes obtenidas por el Hubble en 2016 lo demuestran. Los tentáculos y filamentos fluorescentes de gas de las regiones centrales casi desaparecieron. Los bordes curvilíneos que sugirieron su asociación con las mantarrayas prácticamente se han desvanecido.
La emisión de oxígeno, en particular, disminuyó su brillo en un factor de casi mil entre 1996 y 2016.
Temperatura volátil
«Se han visto cambios en las nebulosas antes. Pero lo que tenemos aquí son cambios en la estructura fundamental de la nebulosa», señala Bruce Balick. Es investigador de la Universidad de Washington Seattle (EE UU). «En la mayoría de los casos, la nebulosa va ganando tamaño. Aquí, en cambio, está cambiando su forma y se está debilitando en una escala de tiempo sin precedentes. El anillo elíptico interior que fue brillante parece encogerse a medida que se desvanece».
Los investigadores señalan que los rápidos cambios de la nebulosa son una respuesta a su estrella central. Su temperatura superficial se disparó diez veces la temperatura del Sol, en un breve periodo de tiempo. Desde entonces ha experimentado un descenso gradual hasta 22.000 grados. La estrella es incapaz de producir suficientes fotones para mantener ionizada la nebulosa.
«Es difícil saber cuál será su destino definitivo. La nebulosa que desapareció en el espacio tal vez sea una nebulosa fallida», concluye Guerrero. Con las tasas actuales de desvanecimiento, se estima que la nebulosa apenas será detectable en 20 o 30 años.