La llegada de los humanos a Malta
Hace 8500 años
¿Cuándo tuvo lugar la llegada de los humanos a Malta, la isla mediterránea? Nuevas evidencias nos permiten saberlo. Los cazadores-recolectores llegaron a la isla de Malta en embarcaciones hace unos 8.500 años. Esto equivale a unos 1.000 años antes que los primeros agricultores.
Se hallaron herramientas de piedra, fogones y restos de alimentos cocinados en una cueva del norte de Malta. Esto apunta a la presencia humana temprana. Los hallazgos demuestran que los cazadores-recolectores tardíos eran capaces de realizar viajes marítimos avanzados.

Restos humanos
En un artículo se publicó en Nature. Los cazadores-recolectores cruzaban al menos 100 kilómetros de aguas abiertas para llegar a la isla mediterránea de Malta hace 8.500 años. Este informe documenta la navegación de larga distancia más antigua del Mediterráneo. Es antes de la invención de las embarcaciones a vela, una hazaña asombrosa para los cazadores-recolectores que probablemente utilizaban simples canoas.
«Nos basamos en las corrientes superficiales del mar y los vientos predominantes. Es probable una travesía de unos 100 km, a una velocidad de unos 4 km por hora. Incluso en el día más largo del año, estos navegantes habrían disfrutado de varias horas de oscuridad en mar abierto». Lo explica en un comunicado el profesor Nicholas Vella, de la Universidad de Malta, coinvestigador del estudio.
En la cueva de Latnija, en la región norteña de Mellieha, Malta, los investigadores encontraron rastros humanos. Están en herramientas de piedra, fogones y restos de comida cocinada. «Encontramos abundante evidencia de una variedad de animales salvajes. Incluso el ciervo rojo, que se creía extinto desde hacía tiempo», explican. Cazaban y cocinaban estos ciervos junto con tortugas y aves, incluyendo algunas de gran tamaño y hoy extintas.

Cambiando la historia
El equipo de investigadores encontró evidencia clara de la explotación de los recursos marinos. «Encontramos restos de focas, diversos peces, miles de gasterópodos marinos comestibles, cangrejos y erizos de mar, todos indiscutiblemente cocinados».
Estos descubrimientos también plantean interrogantes sobre la extinción de animales endémicos en Malta y otras islas pequeñas y remotas del Mediterráneo. Las comunidades mesolíticas remotas pudieron haber estado conectadas a través de la navegación. La llegada de los humanos a Malta plantea un cambio de paradigma. «Los resultados añaden mil años a la prehistoria maltesa. Obligan a reevaluar las habilidades marineras de los últimos cazadores-recolectores de Europa, así como sus conexiones e impactos en los ecosistemas».
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