La gran colisión galáctica detectada
Su onda expansiva llega a la Tierra
Lo que pasa en el espacio, no se queda en el espacio. A veces, llega a la Tierra. Un grupo de científicos británicos registraron las ondas de choque más potentes que jamás hayan llegado a la Tierra desde el espacio. Esto ocurrió debido a la colisión de una galaxia con cuatro galaxias vecinas. Gracias a ello, es posible desvelar los procesos de formación de nuestra galaxia, la Vía Láctea. La gran colisión galáctica detectada es un enorme campo de investigación.
Este fenómeno se produjo en un grupo de galaxias denominado Quinteto de Stephan. Está situado a 290 millones de años luz de la Tierra. Según los astrónomos, una de las galaxias, NGC 7318b, chocó con otras cuatro. Lo hizo a una velocidad de 3,2 millones de kilómetros por hora. Esto creó un frente de choque extremadamente potente similar al «estampido sónico de un caza».
Encrucijada de galaxias
El Quinteto de Stephan, descubierto en 1877, interesa desde hace tiempo a los astrónomos. Se lo denomina «encrucijada galáctica». Esto se debe a las frecuentes interacciones entre galaxias que dejan tras de sí campos de residuos cósmicos.
«Se trata esencialmente de un enorme campo de escombros intergaláctico. (…) El nuevo intruso NGC 7318b se estrelló contra el campo de escombros y comprimió el plasma y el gas que contenía. Al hacerlo, reactivó el plasma, provocando que brillara intensamente en radiofrecuencias. Y probablemente inició el proceso de formación estelar». Lo explicó en un comentario a Live Science la astrofísica Marina Arnaúdova, de la Universidad de Hertfordshire (Reino Unido). Se precisa que fue posible fijarlo con la ayuda del espectrógrafo gran angular WEAVE. Está instalado en el telescopio William Herschel de la isla de Palma.
Oportunidad
La gran colisión galáctica detectada es una rara oportunidad para la humanidad. Podemos ver una compleja combinación de galaxias en colisión. Esto, a su vez, proporcionará valiosa información para comprender la formación de esas galaxias que vemos hoy y podremos observar en el futuro.
Los científicos creen que estas colisiones afectan gravemente a la evolución de las galaxias. Gracias a ello, es posible desvelar los procesos de formación de nuestra galaxia, la Vía Láctea. El estudio fue publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.