La felicidad y la inteligencia se pueden transmitir a través de una bacteria
Estamos acostumbrados a que cada día se realicen nuevas investigaciones sobre más y más aspectos de la vida. En los últimos diez años, varios estudios han revelado que el comportamiento, la memoria e incluso el estado de ánimo pueden modificarse con microbios externos.
Ejemplo de ello es el estado en el que nos encontramos cuando entramos en contacto con una bacteria llamada Mycobacterium vaccae, vive en el suelo, y las podemos encontrar en el campo o en el jardín. Esta bacteria estimula las neuronas de la corteza prefrontal, lo que hace que liberen serotonina, que es el neurotransmisor de la felicidad, incluso se ha comprobado que podría utilizarse como antidepresivo.
Pero esta bacteria no se queda ahí, sino que también mejora el aprendizaje, aumenta la capacidad para aprender y disminuye la ansiedad, por lo que sería una bacteria de carácter positivo en los colegios y universidades. De hecho en 2003, Rook y Lowry intentaron patentar esta bacteria para usarla como tratamiento para la ansiedad, los trastornos alimentarios y los ataques de pánico. Ya sabemos la solución: un puñado de bacterias Mycobacterium vaccae es la solución a todos nuestros problemas.