Todo empezó como un rumor que se expandió pronto. Se difundió a partir de recientes informes en redes sociales. Afirmaron el descubrimiento de una supuesta vasta red de cámaras y túneles ocultos a gran profundidad bajo la Gran Pirámide de Giza. ¿Qué tan cierta es la existencia de la ciudad bajo las pirámides egipcias?
Los últimos días causó gran revuelo esta información. Sin embargo, otros expertos desmienten estas teorías. Señalan que las técnicas usadas no son válidas y carecen de evidencia científica.
Teorías aventuradas
Las afirmaciones de una «cámara de resonancia» se basan en un estudio de 2022 publicado en Remote Sensing. Allí, los investigadores Filippo Biondi y Corrado Malanga aseguraron haber usado una técnica de radar innovadora. Con esta, mapearon el interior de las pirámides, revelando un complejo subterráneo con cámaras inexploradas y pasadizos. Además, propusieron que la pirámide funcionaba como una «cámara de resonancia gigante». El fin era generar vibraciones con fines religiosos y curativos.
Sin embargo, estas afirmaciones han sido categóricamente desmentidas por Zahi Hawas, exministro de Antigüedades de Egipto. Este las calificó como «completamente erróneas» y sin base científica. Hawas señaló que el radar no puede penetrar la pirámide a las profundidades que los investigadores afirman. Además, agrega que las técnicas empleadas no están validadas.
Expertos de Ancient History X respaldan esta postura. Recordaron que décadas de investigación con tecnologías avanzadas, como la tomografía de muones, no han encontrado estructuras subterráneas significativas. Proyectos como ScanPyramids solo detectaron pequeños huecos, no laberintos subterráneos. Además, el radar de apertura sintética (SAR) no está diseñado para sondear a más de unos pocos metros. Por lo que es imposible detectar estructuras a 600 metros de profundidad.
Datos rigurosos
La teoría de la «cámara de resonancia» también ha sido rechazada por falta de evidencia arqueológica. A pesar de la falta de sustento científico, las afirmaciones se viralizaron rápidamente. Esto subraya la importancia de ser escépticos ante «descubrimientos» no verificados. Como enfatizan Hawas y otros expertos, entender las pirámides requiere métodos rigurosos y basados en evidencia, no especulaciones sin fundamento. La ciudad bajo las pirámides egipcias, por ahora, tiene más de leyenda que de verdad científica.
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