Las aves migratorias cruzan los océanos y la ciencia investiga como es que hacen. Con las modernas aeronaves de que hoy disponemos, cruzar un océano es cuestión de horas. Sin embargo, unos 80 años atrás se debían hacer varias escalas para lograrlo. Ni hablar cuando hace poco más de un siglo los barcos de vapor tardaban meses en sus travesías a través de los mares.
No obstante, mucho antes de que el hombre descubriera cómo volar en modernos aviones, las aves migratorias cruzaban los océanos cada temporada. Hoy la ciencia quiere saber ¿cómo hacen esas aves migratorias para realizar semejante travesía?.
Una investigación resuelve la incógnita de como hacen las aves para cruzar los océanos
Mediante el uso de modernos GPS se hizo un rastreo de como miles de aves terrestres cruzan los océanos. El resultado es que usan el viento y las elevaciones para aprovechar las diferencias térmicas del aire. Esto les permite ahorrar energía e impulsarse para el vuelo. No utilizan siempre las mismas rutas para cambiar de continente. Van acomodando las mismas para aprovechar mejor las corrientes de aire y las condiciones atmosféricas que les resulten más óptimas.
Las aves terrestres no pueden parar para descansar o abastecerse mientras dura la migración. Ni siquiera les es posible beber agua, ya que no pueden calmar su sed en medio del océano. Esto hace que el vuelo sea muy peligroso para ellas. Deben cruzar enormes distancias sin escalas, sin comer y sin beber. Una antigua creencia decía que las aves terrestres solo hacían travesías de 100 kilómetros, evitando el vuelo sobre los océanos. Los estudios recientes destruyen esas creencias por completo.
La investigación duró varios años y el resultado fue sorprendente
Los diminutos dispositivos GPS que se instalaron en las aves lo demostraron. Vuelan miles de kilómetros en sus rutas migratorias sin parar. Sin embargo, a las aves migratorias terrestres más grandes y pesadas, esto no les sería posible. El desgaste energético que significa el constante aleteo por tantos kilómetros es enorme.
No obstante, ellas lo logran aprovechando el viento de cola. Este viento horizontal que va en el mismo sentido que la ruta de las aves, hace que puedan ahorrar energía. Los investigadores hallaron que el viento de cola es la clave para estas aves migratorias. Además de que las aves aprovechan las diferencias térmicas que les permiten más ahorro energético aún. Mediante una elevación que se adecúa a facilitar el vuelo, se benefician de mejores condiciones atmosféricas. Tienen menos resistencia al avance durante el vuelo, lo que les permite largos planeos para ahorrar energía.
Se descubrió además que las aves ajustan la ruta que más les beneficia cuando emprenden la travesía. Eligen la ruta de acuerdo al viento y las diferencias térmicas que más les convenga. Sin embargo, los cambios climáticos drásticos e impredecibles, afectan a bandadas completas.
El estudio se realizó con 65 aves de 5 especias terrestres migratorias, a las que se le instalaron GPS. El equipo investigador tardó 9 años y 112 trayectorias a través del mar para lograr estos resultados. En la investigación intervinieron científicos de diversos países de forma desinteresada y colaborativa.
