Identifican la región agresiva del cerebro
Por lo visto, si eres pacífico o un guerrero depende de toda una serie de factores, que van desde las experiencias de la vida a la genética. Mientras que los científicos aún no han sido capaces de explicar por qué algunas personas tienen el fusible más corto que otros, finalmente han identificado la región del cerebro que parece alimentar la agresividad.
Para ser claros, no se refiere a la violencia defensiva. Más bien, se refiere a los ataques maliciosos en su totalidad, sin provocación, y por qué algunas personas tienden a buscar peleas o intimidar a otras sin ninguna justificación aparente.
La publicación del estudio, hecho en la revista Nature Neuroscience, muestra como los investigadores responsables del proyecto explican cómo se implantaron electrodos en el cerebro de los ratones macho que solían atacar a otros más débiles.
Uno de cada se introdujeron en una cámara, pero separados por un elemento. Estas barreras contenían dos pequeños agujeros por los que los machos más dominantes podían meter la nariz con el fin de olfatear a su adversario. Dependiendo de qué agujero elegían, los investigadores les quitaban la barrera o la mantenían con lo que, con el tiempo, los ratones aprendían qué agujero les permitía atacar al ratón más débil.
Una vez se completó este proceso de aprendizaje, algunos ratones comenzaron a mostrar una clara preferencia por olisquear el agujero que les permitía ‘pelear’, mientras que otros no lo hicieron. Con esto, comenzaron a identificar qué ratones estaban motivados por naturaleza a luchar y cuáles no.
Observando a los ratones agresivos, los autores del estudio encontraron una mayor actividad de una región del cerebro llamado hipotálamo ventromedial cuando decidían por qué agujero olisquear. Como tal, los investigadores sospecharon que esta zona del cerebro juega un papel clave en la motivación de los actos de agresión no provocada.
Después, utilizaron ratones con los cuales podían ‘activar’ genes pudiendo controlar cómo funcionaban las neuronas del hipotálamo ventromedial. Los investigadores fueron capaces de estimular o inhibir estas neuronas, y encontraron que la estimulación aumentaba la propensión a luchar, mientras que la inhibición tuvo el efecto contrario.
Con esto, se indicaba como esta zona del cerebro realmente juega un papel importante en la mediación de los actos de violencia no provocada, aunque exactamente cómo se controla esta región del cerebro sigue siendo una pregunta.