¿Hay indicios de vida en Venus?
Impresionante hallazgo
Es la noticia del día. A pesar de que se tenía casi descartado, hay indicios de vida en Venus. Por lo menos, en una de las capas de su densa atmósfera. Lo dice un equipo internacional de más de veinte investigadores. Lo capitanea Jane S. Graves, del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT). Acaban de publicar en Nature un estudio revelador.
Pero, ¿por qué dicen eso? Porque hallaron allí trazas de fosfina, un gas incoloro y muy inflamable. De genera durante la descomposición de materia orgánica. ¿Qué implica su detección en la atmósfera venusina? Que el planeta vecino alberga procesos fotoquímicos o geoquímicos desconocidos hasta ahora. Y posiblemente, vida.
Aquí, en la Tierra, la fosfina (PH3) es principalmente un indicador de actividad biológica. Y los investigadores lo dejan claro. Las líneas espectrales de este elemento halladas en Venus «no tienen otra identificación plausible».
Venus es lo más parecido a nuestra idea del infierno. En su superficie alcanza los 450 grados centígrados. Su atmósfera venenosa está compuesta principalmente por dióxido de carbono y nitrógeno. Pero las cosas no siempre fueron así. Hace miles de millones de años Venus, tenía un clima templado. Cielos azules y grandes cantidades de agua formando mares abundaban. La vida habría podido desarrollarse por lo menos durante 3.000 millones de años.
El Sol se fue haciendo más caliente cada vez. Provocaron en Venus un efecto invernadero a escala global. Las temperaturas subieron, el agua se evaporó.
Sin embargo, tiene una semejanza con la Tierra. Está a una altitud entre los 40 y los 60 km sobre la ardiente superficie. La atmósfera de Venus es la que más se parece a la de la Tierra en todo el Sistema Solar. La presión del aire es muy similar a la terrestre. Las temperaturas se mueven en un arco que va desde los cero a los 50 grados centígrados.
En 2017 y 2019, Greaves y sus colegas observaron Venus. Y lo que detectaron fue la inconfundible «firma» de la fosfina. El gas se encontró en la esperanzadora capa atmosférica del planeta. Investigaron las diferentes formas en que esa fosfina podría haberse producido. Pero no consiguieron determinar el origen del gas. Y sin decirlo claramente, en su estudio apuntan a que la única fuente plausible sería la presencia de vida.
Pero la simple presencia de fosfina no es una evidencia sólida de vida microbiana. Puede indicar procesos geológicos o químicos desconocidos de Venus
.Hace poco la astrobióloga Sara Saeger proponía algo en un artículo publicado en Astrobiology. Era un «ciclo de vida» viable para eventuales organismos que vivieran en la atmósfera de Venus.
Los microbios de Venus vivirían en un ambiente líquido, en el interior de pequeñas gotas en suspensión en las nubes de la franja habitable. Al aumentar el número de microbios, en cada gota, la gravedad entra en acción. Haría que se asentaran en la capa más caliente e inhabitable que hay justo bajo las nubes.
Los microbios se «desactivarían» a la espera de condiciones mejores, tal y como hacen en la Tierra. Más tarde, las corrientes ascendentes llevarían a algunos de esos microbios inactivos de nuevo a las nubes. Allí se rehidratarían y activándose de nuevo. Para la investigadora, este ciclo vital podría sostenerse incluso durante millones de años.
Por ahora, solo hay indicios de vida en Venus. Habrá que esperar a nuevos análisis antes de dar oficialmente la noticia. Puede que la detección de fosfina brinde un nuevo impulso a las misiones de exploración de Venus.