Hallazgo en el Kalahari demuestra que los sapiens también guardaban objetos raros
No son los humanos modernos los únicos que coleccionan objetos inútiles. Un hallazgo en Kalahari, en África, pone en evidencia que el Homo sapiens de hace 105 mil años también lo hacía. En un descubrimiento arqueológico realizado en la colina de Ga-Mohana, en el Kalahari, hallaron fragmentos de cristales y cáscaras de huevo.
En esta zona de África llueve muy poco, pues las lluvias dependen de la estación del año. Aunque se cree que en un pasado lejano el agua era abundante en el lugar. Lo evidencian las rocas encontradas llamadas tobas, que se forman donde hay agua dulce presente.
Descubrieron cristales de calcita que no ofrecen ninguna utilidad práctica
Los arqueólogos hallaron en el lugar 22 cristales de calcita, que no pertenecen a esa zona, sino que los trajeron de lugares muy alejados. Además hallaron restos de huevos de avestruz, que presumen se utilizaron como depósitos de agua potable. La revista Nature publicó los detalles del descubrimiento.
Aunque el hallazgo tiene otras connotaciones para los científicos, pues pone de manifiesto que la evolución del Homo sapiens no fue en zonas costeras. Hasta el hallazgo en Ga-Mohana, la teoría indicaba que el desarrollo de la especie humana moderna había ocurrido en las costas de África.
Aplicaron la técnica de luminiscencia óptica para determinar la edad
Los yacimientos encontrados en el pasado de instrumentos que el hombre utilizaba hace entre 70.000 y 120.000 años ofrecían estos datos. Sin embargo, el estudio publicado en Nature por científicos de la Universidad Griffith de Brisbane, Australia, demuestra que el hombre moderno habitó tierra adentro hace 105 mil años.
Sobre los cristales que descubrieron, los científicos afirman que no llegaron allí de forma natural. Si no que los trajeron como parte de una colección o con motivos espirituales, ya que el lugar sigue siendo motivo de culto por los habitantes actuales de la colina.
Los arqueólogos pudieron determinar la edad del yacimiento mediante luminiscencia óptica u OSL. Esta técnica mide las señas que va dejando el paso del tiempo en las capas que se acumulan en los sedimentos de la tierra. Así determinaron cuanto tiempo hace que los cristales están allí.
Los estudios realizados prueban que en lugares alejados de la costa los humanos no solo vivieron sino que también progresaron. Además de colectar objetos como los cristales que no tienen un fin aparente, según los expertos. Este fin acumulativo o por colección, guarda muchas similitudes con el hombre actual.
Los cristales de calcita blanca no sirven para elaborar herramientas con ellos, y solo resta creer que fueron traídos desde lejos por su belleza o para algún ritual. Los estudios también anuncian que el hallazgo de Kalahari puede no ser el único. Es probable que descubran muchos hallazgos más como el de este descubrimiento.