Fósiles de tortuga gigante en los andes
Los paleontólogos lo confirman. Han encontrado fósiles de tortuga gigante en los andes colombianos. Se les data en 57 millones de años.
El hallazgo permite conocer mejor la conectividad de los ambientes acuáticos del norte de Sudamérica. Es especial, durante una parte del tiempo geológico conocido como el Paleoceno y Eoceno. Ocurrió entre 66 y 23 millones de años, según los científicos.
Tortuga de 1,5 metros
Los fósiles de tortuga gigante en los andes aparecieron en el municipio de Socha, Boyacá. Corresponden a tortugas gigantes de cerca de 1,5 metros de largo de una especie conocida como Puentemys mushaisaensis. Anteriormente solo se había encontrado en las rocas de la Mina de Carbón el Cerrejón.
Este descubrimiento amplía hacia el sur, a cientos de kilómetros del Mar Caribe, la ocurrencia biogeográfica de esta tortuga extinta. También indica una composición idéntica de ambas paleofaunas (Cerrejón y Socha). Esto incluye P. mushaisaensis y otros vertebrados actualmente en estudio. Los hallazgos respaldan la existencia, durante el Paleoceno-Eoceno, de un ecosistema más amplio. No había grandes barreras geográficas con conectividad entre regiones costeras y continentales más internas en el norte de Sudamérica.
Esto creó un corredor faunístico. No solo facilitó la migración de estos vertebrados. También, junto con condiciones más cálidas, respaldó el desarrollo de una herpetofauna de gran tamaño. Lo asegura en un comunicado el profesor de la Universidad del Rosario Edwin Cadena, quien lideró esta investigación.
Turismo científico
El estudio de los nuevos fósiles de la tortuga Puentemys mushaisaensis ha sido publicado por la revista de la Asociación Paleontológica Argentina PeAPA. Es el resultado de trabajo conjunto entre uno de los líderes de la comunidad de Socha, el pintor Byron Benítez. Es quien halló la mayoría de los fósiles en esta zona, junto a paleontólogos y geólogos de Colombia y Estados Unidos.
Este hallazgo se suma a varios recientes hechos por paleontólogos en el Departamento de Boyacá. Lo convierten en una de las zonas del país de gran importancia para el desarrollo de planes de protección y manejo del patrimonio paleontológico. Esto permitiría tener reconocimiento mundial y, a su vez, potenciar el turismo científico en Colombia.