Explican el origen del aroma característico de la lluvia
El inconfundible aroma de la lluvia y la tierra mojada que impregna el ambiente tras una ligera llovizna tiene nombre propio: petricor, derivado de dos palabras griegas petros que significa piedra, e ikhôr que es el líquido que fluye por las venas de los dioses en la mitología griega. Este característico olor ha generado mucha especulación científica, pues no se sabía cuál era el mecanismo por el que se liberaba. Ahora un grupo de científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), cree haber identificado este mecanismo, lo que sería de gran utilidad para explicar la transmisión de microorganismos desde el suelo hasta el ser humano.
Utilizando un sistema de cámaras de alta velocidad para capturar el impacto de las gotas, pudieron observar la caída de una gota 250 veces más despacio que su velocidad real. Los investigadores observaron que, cuando una gota de lluvia se estrella contra una superficie porosa, se aplasta y simultáneamente, atrapa minúsculas burbujas de aire en el punto de contacto con el suelo. Al igual que el gas en una copa de champán, las burbujas viajan hacia arriba a través de la gota para explotar una vez llegan a la superficie, liberando con ello una pequeña cantidad de aerosoles, o nubes de partículas en suspensión, procedentes del suelo.
En su estudio, Cullen R. Bruie, profesor asociado de Ingeniería Mecánica en el MIT, y el investigador post doctoral Youngsoo Joung, han sido capaces incluso de predecir la cantidad de aerosoles que se liberan dependiendo de variables como la velocidad de caída de las gotas y la permeabilidad y porosidad de la superficie de contacto. Con ello, concluyeron que los aerosoles parecen liberarse en mayor cantidad durante lluvias ligeras o moderadas.
Los investigadores piensan que, en el medio natural, estos aerosoles pueden arrastrar no solo aceites vegetales y otros elementos aromáticos almacenados en el suelo, sino también bacterias y virus. “Hasta ahora no se sabía que se pudiesen generar aerosoles a partir de la caída de gotas de lluvia en el suelo”, dice Joung. “Este hallazgo puede ser un gran punto de partida para trabajos futuros que revelarán cómo microbios y químicos que se encuentran en el suelo pueden liberarse al medio ambiente e, incluso, llegar hasta los seres humanos”. “Se trata de un fenómeno tremendamente común y es raro que nadie haya observado este mecanismo anteriormente” comenta Bruie.
“Para prevenir la trasmisión de microorganismos desde la naturaleza a los humanos necesitamos comprender los mecanismos de los que se sirven. Gracias a este trabajo hemos descubierto uno de estos mecanismos”, concluye Joung.