Con lo poco que tenía a su disposición, Darwin publicó en 1859, su libro “El origen de las especies”. Este libro se basó en sus investigaciones de campo y lo consideraron fundamental para la teoría de la evolución y selección de especies.
La teoría de Darwin de la evolución y selección de especies
En su teoría Charles Darwin explica por qué, la naturaleza dotó a los machos de ciertas especies de adornos para atraer a su pareja. También aclara que esos rasgos distintivos se imponen en las especies donde hay más machos que hembras o viceversa.
Cita como ejemplo al pavo real, que posee una cola imponente para atraer a las hembras, algo que para otro menester, no utiliza. También decía que los machos, si hay escasez de hembras, deberían hacer un esfuerzo extra para lograr reproducirse, lo que impulsa la selección sexual.
Una investigación reciente no coincide con el análisis de Darwin
Sin embargo, recientemente una investigación impulsada por un equipo de biología de la Universidad de Bath, en el Reino Unido, contradice en parte la opinión de Darwin. El estudio lo publicaron en la revista Evolution y dice que la selección sexual es mayor cuando existe abundancia de parejas sexuales. Por esto, es que se debe estudiar nuevamente como se realiza la selección sexual cuando el número de machos o hembras es desigual.
El porqué, en una especie determinada, hay desigualdad entre los individuos de cada género, aún no tiene una explicación. El ejemplo de los seres humanos es claro, las mujeres tienen una esperanza de vida 5% más que los hombres.
Esto también se ve en algunos mamíferos, como los leones, cuya hembra vive un 50% más que los machos. La investigación consistió en el seguimiento evolutivo de machos de distintas especies, que son bastante más grandes que las hembras. Los babuinos, los elefantes marinos y varias especies de aves son un claro ejemplo. A esta diferencia de tamaño se la denomina “dimorfismo sexual de tamaño”. Según los investigadores, este proceso, ofrece al que es más grande, una ventaja de carácter sexual.
Gran cantidad de especies fueron incluidas en la investigación
El equipo investigador analizó 462 especies distintas, entre las que se incluyen mamíferos, aves y reptiles. Lo que se encontró es que el dimorfismo sexual de tamaño y la proporción entre machos y hembras de la misma especie se relacionan.
Hasta aquí, Darwin tenía razón. Sin embargo, en las especies donde los machos son mucho más grandes, la selección más intensa se produjo cuando había mucha mayor cantidad de hembras que de machos. Esto indica que Darwin en este sentido, se equivocó.
Según el equipo de biólogos, el estudio no contradice a Darwin ni invalida su teoría. Solo determina que la mecánica que impulsa a las especies para su elección de pareja, es diferente a la analizada por el naturalista, en especies donde hay desproporción entre los sexos. La idea de que cuando hay escasez para formar parejas, los animales compiten intensamente, es errónea. Los estudios recientes revelaron que en la selección sexual, quienes ganan, se quedan con todo.
Es decir, que los individuos más pesados, grandes y con mayor fortaleza, obtienen como recompensa un mayor número de hembras para fecundar. Como contrapartida, los machos más pequeños o menos fuertes, no pueden siquiera formar pareja ni reproducirse.
No obstante, la ciencia está agradecida a Darwin por su teoría sobre teoría de la evolución y de la selección de especies. Fue formulada en una época en la que no disponía de viajes rápidos y donde los elementos con los que contaba, eran muy escasos.
